Lo que a lo mejor te gustaría que te pasara - Relatos Eróticos

Lo que a lo mejor te gustaría que te pasara

Llegué a casa a eso de las seis y pico de la tarde, y mi chico ya estaba allí.

--Hola cielo, vaya mierda de viernes, al final no me he podido desliar antes, ¿a ti que tal te ha ido?

--Bien, he llegado a casa a eso de las cuatro, he picado algo de comer al salir del curro y estaba viendo una peli esperándote, porque la verdad es que también ha sido un día complicado.

--Menuda semanita, bueno, me pego una ducha y vengo, ¿vale?

--Ok

Me quité la ropa dejándola por el suelo, y me metí en la ducha. Ummm, qué placer después del día tan intenso que había tenido para ser viernes. Me relajé con el agua durante un buen rato, salí, me puse una braguita cómoda, una camiseta larga por encima y fui al salón con mi churri.

--Ufff, qué a gusto ya, ¿qué estás viendo?

--Nada especial, la que ponían en la tele, no he buscado nada, una de estas para dormir la siesta, ya ha acabado.

--¿vamos a hacer algo esta noche?

--Pues la verdad es que no tengo muchas ganas, no sé, lo que prefieras, nos quedamos vagueando en casa, o salimos si a ti te apetece

--Joooooooo, no me apetece quedarme, vamos a algún sitio a picar algo y luego nos tomamos una copa por ahí.

--Como quieras, venga me arreglo entonces.

Salimos a eso de las ocho de la tarde y nos fuimos a una tasca que conocíamos y que ponían unos pinchos de muerte. Nos tomamos unas cervezas y varios pinchos, que nos sentaron, como siempre, de cine, la verdad es que los ponían deliciosos.

--Donde te apetece que vayamos, ¿a bailar, a tomar unas copas...?, me preguntó Fran

--No sé, donde quieras, hoy te dejo elegir a ti, ya que te he sacado yo de casa.

--jejejejeje, para nada, sabes que estando contigo estoy bien en todos sitios, guapa!!!, me dijo dándome un pico. Estuve el otro día con los compañeros del curro en un sitio de copas que me pareció agradable, y no está lejos de aquí. Si quieres vamos a ver qué tal está por la noche.

--Vale, perfecto, pues vamos, le dije colgándome de su brazo.

Llegamos y, la verdad, es que estaba bien el garito. No era un sitio para juventud descarada, más bien para gente como nosotros, treintañeros o algo más, muy bien decorado, una música agradable, y bien de gente, animado, pero sin aglomeraciones. Una pequeña pista de baile, varios sillones repartidos por la sala y ocupados por parejas, grupos...buen ambiente.

Nos paramos en la barra para pedir unas copas y Fran me dijo que me fuera a sentar en uno de los sillones del fondo para que no nos lo quitaran, mientras él pedía la bebida.

Al hacerlo me fijé en un hombre que estaba con su copa en la barra y que me di cuenta que me estaba mirando fijamente. Al cruzarse nuestras miradas me sonrió, levantando ligeramente el vaso. La verdad es que llamaba un poco la atención, muy bien vestido de manera informal, chaqueta, camisa, chinos, y condenadamente guapo. Le devolví la sonrisa, y me dirigí a los sillones.

Me senté esperando y a los dos minutos llegó Fran con las copas. Sonriendo, le dije que ...