1. EL PODER DE LOS DESEOS. (9).


    Fecha: 02/09/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Incesto Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que me jodía más porFedericoque por ella misma, ya vería de ayudarlos.
    
    Cuando regresé a casa ya habían vuelto las chicas y me extrañó no verla aElena, le pregunté aClarisa y me dijo riendo que quería una cama a gritos,“la hicimos ir de un lado al otro, además dijo que mañana tenía un trabajo de locos y prefería irse a la casa”. Alegué que me extrañaba que no me hubiese llamado y expresó:“Casi te llama, pero prefirió no molestarte, igual iba a estar en la casa”. Claro que esto me lo decía en un tono normal asistida porCynthia, lo que no era normal eran los cuerpos semi desnudos que se mostraban ante mí moviéndose con naturalidad.
    
    No había mucho que preguntar, mis manos estaban inquietas tocando partes de sus cuerpos y noté que estaban empapadas, entonces dije de no perder tiempo y que fuéramos a mi dormitorio.Cynthia hizo punta y caminé detrás conClarisa, el short que me había puesto parecía a punto de reventar y ella me acariciaba mientras me decía,“acordate que quiero ver cuando le rompes el culito”. No había nada para afirmar o negar, esa noche me sentía como si hubiera tomado viagra.
    
    Era evidente que no habría preliminares, los tres estábamos re calientes y sabíamos a qué íbamos.Cynthia se puso en cuatro apenas subió a la cama esperando por mí, pero le dije a mi hermana que se pusiera el strapón, era bastante más chico que lo mío y vendría bien para dilatar ese asterisco que se veía bastante cerrado. Lubriqué bien el lugar ayudado por mis dedos y mientrasClarisa se acomodaba el pene de plástico le hice señas para que comenzara ella y le señalé su culito, me fascinaba el culito de mi hermana, entendió enseguida y me dijo que ella lo quería sólo con saliva.
    
    Ante él,“deseo que te coja primero Clarisa”,Cynthia respondió con un movimiento de sus nalgas y esperó confiada, mi hermana había lubricado su strapón a la par que se metía mi verga en la boca y se la tragaba entera haciendo que las babas chorrearan y cubrieran toda la verga, nadie hablaba, sólo nos preparábamos como en un ritual y luego se puso detrás de la amiga dirigiendo el glande rígido a su agujerito para comenzar a penetrar el agujerito que parecía latir. El quejido deCynthia se hizo sentir y ahogaba sus posibles gritos en la almohada,“no lo puedo creer, te estoy rompiendo el culito, amiga”, -le decíaClarisa que avanzaba torpe por aquello de que las hembras no tienen incorporado el ancestral movimiento del coito como los machos-.
    
    Yo me aferré a las caderas de mi hermana,“no grites”, -le dije cuando calcé el glande en el recto, luego empujé-. Gritar no gritó y trató de relajarse, pero ninguna podía aguantar mi verga gruesa sin quejarse y sonó como si la estuviera matando. No tardé mucho en estar completamente metido en su interior estrecho y luego tomé fuerte sus caderas para darle ritmo a mis entradas y salidas y a las de ella con su amiga. Quedaron las dos completamente ensartadas, la de abajo no se movía hasta que se notaron sus temblores y mi hermana tampoco aguantó ...
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