Las aventuras de Benito y su perro Husme.- 4 - Relatos Eróticos

Las aventuras de Benito y su perro Husme.- 4

... dijo riendo la hermana pequeña – pero soy capaz de comerme unos entremeses de berenjena y mejillones al vapor, si son simultáneamente. ¿No estarás preparando ese manjar?

- Pues berenjena si tengo, pero mejillones o incluso almejas tendrás que preguntárselo a tu hermana, - dijo riendo Benito – pero te prometo que un día de estos os preparare en mi casa una buena ensalada de almejas, ostras, chirlas y mejillones, e intentare que Gracia asista a esa comida. Pero sigues sin contestarme si debo de repetir el examen.

- Entonces, como Gracia aún va a tardar un rato, voy a comprobar si eres capaz de superar la nota previa poniéndote un ejercicio mucho más complicado. - dijo Patricia sentándose en la mesa de la cocina abriendo sus piernas y diciéndole a Sandra – Anda hermanita ponte aquí a mi lado.

La hermana mayor, que daba la impresión que estaba totalmente dominada por la más joven, obedeció de inmediato, pero además coloco sus talones en el filo de la mesa a la vez que abría desmesuradamente sus piernas al igual que su hermana, quedando a la vista de Benito los dos coños más hermosos que había visto en toda su vida, por lo que sin pensarlo dos veces se lanzó a comerse el de Sandra, pero se encontró con el pie de Patricia que le impedía el paso, a la vez que le decía:

- No, no, tu examen de lengua lo has aprobado con nota, o por decirlo de otra manera, has aprobado el teórico, pero ahora has de aprobar el práctico. Queremos saber si la cara de boba de la vecina de esta mañana, Matilde me parece que has dicho que se llama, era por tus habilidades, y comprobar si es cierto lo que Merche, la vendedora, le dijo a mi hermana, y sobre todo si le gustas a Gracia, saber cuál es el motivo.

- Fóllate a Sandra, y si veo que le gusta, te dejare que también me folles a mí. – dijo al ver que Benito no se movía – Venga demuéstranos que puedes con las dos hermanas y que Gracia cuando llegue nos encuentre bien contentas.

Benito cada vez más asombrado por la forma de ser de la hermana menor y también cada vez más caliente por tener a su disposición semejantes diosas, ambas despatarradas, exhibiendo sus coños y pidiéndole explícitamente que las follase, miro a “husme” que se había acercado y lo miraba fijamente moviendo el rabo, a la vez que levantaba el hocico hacia Sandra, pero no hacia Patricia. No lo dudo, se bajó sus pantalones y sin siquiera quitarse el delantal se aproximó dando pasitos, pues sus pantalones estaban en sus tobillos, hasta que estuvo junto delante de la mayor de las hermanas, a la que cogió su cara y le dio un enorme beso a la vez que le incrustaba su duro rabo hasta que sus huevos le impidieron seguir más adentro.

Ante la atenta mirada de Patricia, que no quitaba ojo a lo que hacía Benito, este empezó a mover sus caderas con una velocidad similar a como había cortado las zanahorias, haciendo que Sandra empezase a gemir a los pocos minutos, mientras el hombre totalmente enajenado, y posiblemente sin ser consciente de que su ...