Ya soy el puto del equipo (II)
Fecha: 01/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... aprovechado.
Agaché la cabeza y comencé a caminar por el campus, él iba a mi lado a mi mismo paso. A mí me sobraba tiempo para entrar a mi clase, todavía me faltaba una hora, pero sus compañeros estaban corriendo para que no les cerraran la puerta.
— Llegarás tarde a tu clase y no podrás entrar, —le comenté.
— Ya no voy a ir a clase, me quedo contigo, eres mejor que una clase, pero quiero hacerte una pregunta y me vas a contestar muy sinceramente…
— Yo siempre contesto sinceramente, ni muy ni poco, digo la verdad o me la callo, —le dije.
— De eso sí tienes fama, de poco hablador y escuetamente decir las cosas justas y verdaderas.
— ¿Te parece mal?, —pregunté.
— No, me parece fenomenal, eso es de ser hombre de una sola palabra, sin pasteleos…, pero dime: ¿Quién te gusta más Abelardo o yo?
— Abelardo está muy bien, tú eres más guapo, él tiene la polla más larga, creo que es más inteligente que tú y que yo, pero tú juegas a futbol mejor que él, eres el mejor de todo el equipo, pero no sabría decir mucho más, porque no te he probado…
— Eso me lo has dicho muy directamente, ¿es que lo deseas?, —me preguntó.
— Sinceramente, sí, lo deseo ardientemente, mira cómo se me pone la polla, sentémonos en ese banco un momento que me la acomode con disimulo.
Nos fuimos a sentar en uno de los banquillos del campus, no hay muchos, pero a esa hora estaban vacíos. No se veía casi gente. Una vez sentados uno al lado del otro, intenté acomodar mi polla y me dijo:
— ¡Quieto, no te toques!, yo te la acomodo que no hay nadie.
Metió mano por encima de mi jean y no podía acomodar porque buscaba el calzoncillo. Entonces le dije:
— No hay ropa interior, solo el pantalón, échala a un lado…
Me miró después de acomodar mi polla y me dijo:
— ¿Con esa polla tan enorme y eres pasivo?, —se rió, pero no se burlaba de mi polla sino de mi supuesta estupidez.
Yo también me reí y le dije:
— Mi culo es mejor y me da más placer. A veces me cuesta eyacular y nadie querría que le metiera mi monstruo en su culo; yo he entrenado el mío con muchos instrumentos y soporto cualquier polla; no es que sea pasivo, es que me resulta más cómodo.
— Doroteo, yo soy versátil, si tú quieres te puedo follar y te puedo ayudar a que me folles, tendré paciencia, —así se ofertó.
— No sé, no sé cómo podría ser eso, pero…, —ahí estaban mis dudas.
— Pero qué, ¿es por Abelardo?, ¿te ha comprometido? ¿A qué temes?
— Es que no quisiera en los vestuarios, y no sé como podría ser, le dije claramente.
— En mi casa, mis padres no están casi nunca y no tengo hermanos.
Entonces quedamos que ese mismo día nos poníamos nosotros de huelga práctica y nos fuimos a su casa, al que salíamos ya a la calle, Marcos entraba y saludó diciendo:
— Hola, ¿es que no hay clases?
— Sí, te están esperando, nosotros, eh…, ah…, nos hemos salido porque siento una dolencia y él me acompaña a casa.
— Vale, vale, ponte en forma y que te vaya bien, —dijo Marcos que ...