1. Mensaje equivocado


    Fecha: 01/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... labios.
    
    -Hasta luego, cariño - se despidió el hombre.
    
    -Hasta lueguito.
    
    Ella se quedó en el dormitorio. El corazón le latía con fuerza. Sentía las piernas flojas. Agudizó el oído para escuchar la puerta principal. Como se abría y luego como se cerraba.
    
    Ahora estaba sola en casa con Antonio. Su hijo estaba en su dormitorio, con la polla dura, haciéndose una paja y ella lo iba a ver todo. Se sentó en la cama, nerviosa, y esperó 3 o 4 minutos por si a su marido se le ocurría volver por algo que se hubiese olvidado. Cuando pensó que ya era seguro, escribió un mensaje a Antonio.
    
    -Ya se fue.
    
    No hubo contestación, solo una petición de video llamada que aceptó en el acto. Ante ella, en toda su gloria, la preciosa polla de su hijo, agarrada por su mano.
    
    Durante unos segundos se quedó extasiada mirando aquella hipnótica verga, hasta que Antonio llevó el teléfono hacia cara.
    
    -¿Ves lo dura que me pones la polla, mamá? - dijo él
    
    -Uf, cariño. Estás muy caliente.
    
    -Hirviendo. Y es por ti. ¿Y tú cómo estás?
    
    -También estoy... excitada.
    
    -Cachonda.
    
    -Sí.
    
    -Pues dilo. Dime que estás cachonda.
    
    Clara se estremeció. Aquello eran tan morboso. Todo su cuerpo ardía.
    
    -Estoy... cachonda - se atrevió por fin a decir.
    
    -Ummmm me encanta oírte decir eso. ¿Cómo tienes el coñito?
    
    -Uf... muy mojado, cariño.
    
    -¿Me lo enseñas?
    
    Antonio vio como su madre se mordía el labio. Destilaba excitación por los 4 costados. Las miradas no iban a los ojos, ya que cada uno miraba a la pantalla y no hacia la cámara.
    
    -Espera un segundo - dijo ella.
    
    Clara se acostó en la cama, dejando un momento el teléfono sobre la mesilla. Antonio se quedó mirando al techo y no pudo ver como su madre se quitaba la parte de abajo del pijama y las empapadas bragas, para ponerse luego boca arriba. Tras un movimiento rápido de la imagen volvió a parecer la cara de ella, con las mejillas sonrosadas.
    
    -Me quité el pijama...y las bragas - le dijo.
    
    -Uf... mamá. Pues venga. Enséñamelo. Déjame ver ese coño que me trajo al mundo.
    
    Lentamente, Clara fue bajando el teléfono. Miraba el cuadrito que reflejaba su propia imagen para guiarse, más pequeño que la de su hijo, que ocupaba casi toda la pantalla.
    
    Antonio, que sin dejar de pajearse vio como la imagen de su teléfono mostraba poco a poco el cuerpo de su madre. Primero vio su cuello, luego sus dos tetas, que aunque estaban cubiertas por la parte de arriba del pijama parecían hermosas. Sus pezones estaban claramente marcados. La imagen siguió bajando, lentamente...
    
    Cuando apareció la parte de debajo de la camisa del pijama, que daba paso a la piel de la barriga, Antonio se estremeció. Ya no había más tela entre ese punto y la anhelada visión del sexo excitado de su madre. La imagen se detuvo unos segundos.
    
    Clara se había parado. Aún no había llegado. Aún él no se lo había visto. Deseaba que se lo viera, que viera lo caliente que estaba. Pero también sentía aún el miedo, el temor, el tabú. Respiró ...
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