1. Anita


    Fecha: 01/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... blanco. La luz de la luna hacia resplandeciente el camisón.
    
    – Me puedo acostar contigo – me preguntó en voz baja
    
    Abrí la cama, ella se metió y me abrazó.
    
    – No sabes cuántas veces soñé acostarme así contigo algún día –
    
    Le hice cariño y la besé. Ella acarició mi erección mientras me besaba.
    
    – Te necesito – me dijo al oído.
    
    Me metí entre sus piernas, ella dobló las rodillas y apoyando los pies levantó el trasero sacando el camisón dejando su desnudez de la cintura hacia abajo. Me saqué la camiseta y le ayudé a terminar de sacarse el camisón. Me ubiqué encima de ella y con su mano lo guió a la entrada de su vagina.
    
    La penetré suavemente mientras ella exhalaba un suspiro casi gimiendo.
    
    – Muchas veces soñé contigo así como estamos ahora –
    
    – Yo siempre recordé esas tardes en la laguna cuando hacíamos el amor – le dije.
    
    – Si, yo también, pero ahora lo encuentro más rico – dijo ella mientras me movía lentamente entrando y saliendo.
    
    – Yo tenía como tres orgasmo en una tarde – le dije.
    
    – Yo tenía como 10 y aveces más – me dijo.
    
    – Nunca te diste cuenta? – me pregunto.
    
    – No, yo pensaba que las niñas de 11 años no tenían orgasmos – yo sí tenia y muchos, tenía uno cada 5 minutos. Si estábamos cogiendo durante 30 minutos yo tenía 6 órganos –
    
    – Y ahora, cuantos vas a tener? – le pregunté.
    
    – Todos los que me debes y son muchos – me dijo con su linda sonrisa.
    
    Y realmente le puse atención y me di cuenta de los orgasmos, la besaba y le decía cosas lindas. Y comenzaba con otro orgasmo. Me di cuenta que me apretaba y me decía:
    
    – Así, así, mételo todo…más rápido, más fuerte – y yo hacia lo que me decía después de un leve gemido se sonreía y me besaba. Y como no había acabado, seguía moviéndome lentamente hasta que ella empezaba a apurarme le conté 5 orgasmo, talvez más. La segunda vez le conté 6.
    
    Nos quedamos un rato abrazados y después me dijo que iba al baño.
    
    Estaba tan relajado que me quedé dormido
    
    A la mañana siguiente sentí su trasero contra mi pelvis, me di cuenta que tenía una erección, estaba tan rico y yo casi no me movía. Le hice cariño en su muslo y lo encontré más delgada. Abrí los ojos y era Jessy. 
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