1. Desvirgué a mi Cuñadita


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: dragon2017, Fuente: TodoRelatos

    ... ese momento aun no pensaba en tener sexo con ella.
    
    Me cambié y me puse un short de baño para meterme a la piscina. Salí al jardín y la miré contenta en el agua, preguntándole que tal estaba la temperatura. Me contesta que estaba muy rica y enseguida me metí, quedando en la orilla opuesta a donde estaba ella.
    
    Empezamos a platicar primero y después se inició el jugueteo, como es normal en estas situaciones, aunque esta vez el ambiente estaba cargado de mi tensión sexual y de la actitud provocativa de ella, o al menos así lo percibía yo después de lo que ella había hecho. El juego se limitaba al principio a estar arrojándonos agua y riéndonos, como tanteando nuestras reacciones, para después pasar al juego de contacto, haciendo ella como que se escapaba de mí, y yo la alcanzaba para atraparla. Inevitablemente empezamos a tener contacto físico, estando así los dos casi desnudos, tocando nuestros cuerpos al estar forcejeando y riéndonos divertidamente, hasta que poco a poco los roces se empezaron a volver más prolongados y más cercanos, llegando a rozarnos con nuestras partes íntimas como por accidente, cosa que hacía que ella se riera más de nervios que por diversión cuando sucedía.
    
    Este juego peligroso se prolongó por largos minutos, sin saber ninguno de los dos como reaccionaria el otro si se hacía notar abiertamente la excitación que ya nos poseía, lo cual podía yo notar en ella por su mirada con ojos entrecerrados y mirada vidriosa por la excitación. Hasta que en una de esas ocasiones que la abracé por detrás para sujetarla, no pude evitar apretarla contra mí, tomándola de su cinturita deliciosa, con mis manos muy cerca de su vientre, dejándole sentir entre sus deliciosas nalgas la enorme erección que tenía ya en ese momento.
    
    Ella se quedó como petrificada al sentir eso y dejo de reírse de golpe, pero sentí que ella misma pego más sus tremendas nalgas contra mi cuerpo, quedando el bulto de mi erección justo entre sus nalgas descubiertas, con su bikini metido entre ellas, de una manera deliciosa. Al hacer esto, ella voltea su cabeza para mirarme con sus ojos nublados por el deseo y su boquita entreabierta, la cual busque para besar, ya sin pensar en lo que estaba haciendo.
    
    En ese momento perdimos la cabeza y dejamos de ser como padre e hija, o cuñado y cuñada, para pasar a ser solo un hombre y una mujer increíblemente hermosa, deseando tener sexo. Empezamos a besarnos con toda la desesperación del deseo contenido de, tal vez tiempo atrás, sin darnos cuenta de la atracción física que existía. No eran besos románticos, eran besos de pasión desenfrenada, como queriendo comernos a besos uno al otro, enredando nuestras lenguas de una manera deliciosa dentro de una boca y después la otra, en tremenda lucha de placer, mientras nuestras manos volaron, acariciando nuestros cuerpos semidesnudos sumergidos en el agua hasta la cintura.
    
    Sin poder contenerme, rápido le deshice el nudo de la pieza de arriba, dejando al descubierto unas rotundas ...
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