1. El cliente de mamá// cap. 5


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... hermosas piernas! Por su culo enorme sobre el que está apoyada…
    
    —Hijo… la erección no te baja nada —reconoce, echándole más leña al fuego, provocando que mi vergüenza se intensifique—, al contrario… tu pantalón está dando saltitos, lo que quiere decir que se está poniendo más…
    
    “Más gorda y dura”, pero ella no es capaz de pronunciarlo.
    
    —Akira… yo…
    
    —Vamos, cariño, desabróchate el pantalón de inmediato.
    
    —¿Qué?
    
    Cuando me lanza aquella nueva proposición mis ojos vuelven a mirarla, alarmado. No puedo interpretar qué semblante tiene, lo que sí sé es que sus pupilas se han dilatado y están clavadas en mi bulto. Y no parpadea. Y su boca parece húmeda. Y sus pezones parecen mucho más duros que antes bajo esos sexys encajes.
    
    —¡Tu pantalón es muy rígido, Erik, prácticamente te está aplastando tu… miembro! Debes de desabrochártelo y dejar que tu… pene se libere.
    
    —¡Pero madr…! ¡Akira, joder!
    
    Por poco digo en voz alta “madre” pero es que lo que ella me propone es de locos. ¡Es una completa demencia!
    
    —¡Por el amor de Dios, Erik! ¡Haz lo que te digo que podrías quedar estéril!
    
    —¿Estéril? ¿Cómo que estéril?
    
    —¡Mira esa dureza! —dice mi madre, alargando su brazo, de manera que por poco sus dedos tocan mi bulto. Y yo me horrorizo. Y ella jadea y se vuelve hacia atrás. Esto se está poniendo fuera de control—. Cariño, por Cristo Jesús, ¡te estás lastimando! Sácatela ahora.
    
    —¡No…! ¡NO!
    
    —¡Te digo que lo hagas cuanto antes!
    
    —¡Okey, okey, pero por favor no me veas!
    
    —¿Qué más da si te la veo o no, Erik? Eres mi hijo —me dice esto último en voz baja, para no ser escuchada por nuestros espectadores de allá afuera.
    
    —¡Por eso, madr… Akira! ¿Cómo te voy a enseñar mi herramienta precisamente a ti? Una cosa es que me veas el bulto y otra muy distinta que…
    
    —¡Te recuerdo que era yo quien te limpiaba el culo de bebé! Así que no estés ahora con remilgos, que tus partes ya te las he visto antes.
    
    —¡Antes no las tenía así de…!
    
    —¡Sólo hazlo y ya, por favor, Erik!
    
    Estoy absorto. Tiemblo de nervios. Siento sudores fríos inundando mi frente. Por eso cierro los ojos, percibiendo un calambre justo en la punta de mi glande. Si no hago esto, ella no me dejará en paz. Y en el fondo, en lo más sucio y cerdo de mi corazón, yo realmente quiero hacerlo. Por eso me levanto de la cama, desabrocho mi pantalón, me lo bajo hasta los tobillos, y luego, sin siquiera respirar, me bajo también los bóxer hasta que mi verga salta como resorte delante de mamá.
    
    —¡Por Dios! —escucho el sofocado grito de mi progenitora—. ¡Ufff!
    
    Y ese “ufff” me mata. Me trastorna. Me traumatiza. Tengo que sentarme en la cama para dejar de sentirme observado. Ella me la ha visto al fin, y por eso abro los ojos. El corazón me está temblando a madres. Pareciera que un batallón resuena dentro de mi pecho. Clavo mis ojos en mi entrepierna y veo, con horror, cómo la inmensidad de mi erección, apunta directo al techo.
    
    —¿Satisfecha? —no sé por qué lo digo eso, pero mi ...
«12...567...13»