1. El cliente de mamá// cap. 5


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... argumento con el cuál estoy seguro conseguiré persuadirla de una vez por todas.
    
    —Mira, Akira… si te digo la verdad, creo que tienes que saber que hay un problema conmigo.
    
    —¿Un problema? —me pregunta, frunciendo el ceño.
    
    —Sí…
    
    —¿Cuál problema?
    
    No puedo creer que esté conversando con mi propia madre, a quien tengo a lado, mientras mi falo está durísimo, apuntando al cielo.
    
    —Yo… pocas veces puedo eyacular… usando mi mano… o la mano de una mujer…
    
    Mi madre vuelve a mirarme con el ceño arrugado, extrañada:
    
    —¿Entonces cómo…?
    
    Y es aquí la parte difícil. Que me crea y que yo tenga el valor para decírselo.
    
    —A veces… ellas… tiene que…
    
    —¿Ellas tienen qué?
    
    —¡Ay, madre, es que me da un montón de vergüenza decírtelo!
    
    —¿Decirme qué?
    
    —¡No, no, no puedo, no puedo! —desisto, incapaz de decirle nada—. ¡Te sentirás muy ofendida…! ¡Incluso hasta podrías abofetearme!
    
    —¿De qué hablas, Erik? Por favor, mi coronel, ¿ahora te pones de remilgoso cuando prácticamente ya hasta te la he agarrado?
    
    —¡Joder! —mi madre tiene razón.
    
    Pero que ella lo diga de esa forma sin ninguna delicadeza sí que me pone más cachondo de lo que estoy.
    
    —Está bien, madre, te lo diré, pero por favor prométeme que lo tomarás de la manera más natural posible.
    
    —Te lo prometo, Erik, pero habla ya, por favor. ¿Cómo es que ellas logran hacerte… acabar?
    
    —Bueno… lo que pasa es que a veces… cuando no puedo eyacular… con una paja… entonces ellas… recurren a la boca…
    
    Akira abre los ojos como plato. Las mejillas se le encienden y la boca le empieza a temblar. Tengo que admitir que su reacción es justo la esperada.
    
    —¡Por Dios santo, Erik! ¿Hacerte un oral, dices?
    
    Trago saliva mientras respondo:
    
    —Sí, oral, por eso veo ilógico que tengas que esforzándote… masturbándome cuando…
    
    —¿Seguro que con un oral eyacularás? —me pregunta de pronto.
    
    Y cuando veo sus ojos ardiendo, sé que algo está cruzando por su mente. Algo que juro por Dios no me imaginé que podría considerar. Por eso me apuro a responderle:
    
    —A ver, Akira, sólo era un comentario para…
    
    —¡Sólo te pido, Erik, que por favor no me los eches en la boca cuando te corras!
    
    —¿Qué? —La mandíbula se me entume mientras mi pecho vuelve a calentarse y a tamborilear—. ¡A ver, a ver, a ver! ¡Si es lo que estoy pensando de una vez te digo que de ninguna manera voy a permitir que tú…!
    
    —Voy hacerlo, Erik, ¿entiendes? Porque te estoy ayudando como tu madre que soy. Por eso tienes que tener precaución a la hora de eyacular, porque si me los echaras en la boca, entonces sí que estaríamos incurriendo en un terrible pecado.
    
    Salto de la cama casi petrificado, sin darme cuenta de que mi verga está justo delante de ella.
    
    —¡NI SE TE OCURRA, AKIRA!
    
    Pero ella está perdida mirándome el rabo, que se agita frente a sus ojos entornados.
    
    —Aunque mi vida, te juro que será un reto… intentarlo… Nunca me había tragado una tan grande como la tuya.
    
    Y yo no puedo creer lo que me está diciendo. Juro ...