1. Fantasías de una mujer madura// cap. 4


    Fecha: 29/08/2024, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... vergüenza! ¡Majadero!
    
    —¡Gael! ¡No puedes ser tan hijo de…!
    
    —Sólo déjame sacarte las bragas, tía, y todo quedará por la paz.
    
    Implícitamente estoy siendo chantajeada por mi propio sobrino. Mido las consecuencias y analizo sobre lo que me conviene. Y lo que conviene a veces no es lo más sensato o más cómodo para uno. Pero entiendo que con este niño debo llevarme las cosas tranquilas. Ha resultado ser un hombre sumamente frío, perverso e inteligente. Así que tengo que acceder a sus locuras. Luego, ya veré cómo librarme de él.
    
    —Muy bien, tía, así me gustas más, calladita y sin rechistar.
    
    Ahora veo que me equivoqué. ¡Qué estúpida fui! Jesús tenía razón, siempre tuvo razón. Hemos metido al diablo a nuestra casa. Ahora tengo que idear qué hacer para sacarlo sin sentirme amenazada. Tengo que echarlo de aquí antes de que destruya mi reputación. Antes de que destruya a mi familia.
    
    —Gael… por favor… déjame hacerlo a mí sola. —El tono que empleo es tan apacible que no coincide con mi propia voz.
    
    Mi intención es persuadirlo. Ablandarlo. Pero… él no parece ser de los que se deja manipular con facilidad, porque me dice:
    
    —Muy bien, tía, ahora acuéstate y ábrete de piernas.
    
    Me quedo en silencio, sentada, por un minuto entero. Mi sobrino continúa de rodillas, esperando a que haga lo que me pide. Entonces, cuando descubre que su petición será ignorada por mí, me reta:
    
    —Si me levanto, tía, será para decirle al tío Chucho lo que ha pasado aquí.
    
    ¡Mierda! ¡MIERDAAAAA!
    
    ¿Jesús me creería si le digo que es mentira lo que mi sobrino le dice? Después de todo, tal parece que mi esposo también ha sido víctima de sus chantajes pero… ¿y si no me cree? ¿Y si de pronto Gael se siente tan enfadado como para contarle todo a mis padres, a mi hermana…? ¡A mis hijoooos!
    
    ¡NO! ¡NO!
    
    —Está bien… Gael… está bien —le digo, justo cuando aspiro mucho aire y me recuesto.
    
    De nuevo tengo ganas de llorar. No puedo creer que me esté pasando esto justo a mí. ¡No puede ser posible!
    
    Me siento tan tensa y tan paralizada, que no puedo abrir mis piernas. ¡Es que las únicas veces en que las he abierto para alguien más que no fuera mi marido fue para parir a mis hijos! Y eso que todas esas ocasiones fueron por cesárea.
    
    —Estás muy tensa, tía, pero no te preocupes, que yo te ayudaré.
    
    Siento las largas y gruesas manos de mi sobrino palpando mis rodillas, y después advierto su fuerza en su intento de abrirme las piernas, pero yo continúo tensa y me niego a separarlas.
    
    —Ponte flojita, tía Roxi, porque no quiero lastimarte.
    
    Y entonces sé que tengo que ceder. Y mi corazón palpita fuerte mientras sollozo. Me da una terrible vergüenza cuando siento cómo mis piernas y muslos se separan lentamente. ¡Por Dios!
    
    Y es una sensación de ultraje y humillación que me provocan nuevas lágrimas en mis ojos.
    
    —Joder, tía, ¿te has roto las pantimedias?
    
    ¡Ay… no puede ser! ¡Una humillación más en la raya del tigre!
    
    —Has de haber estado muy cachonda para no tener ...
«12...456...9»