1. En algún lugar cerca de Iquique. – Cuarta Parte.


    Fecha: 27/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... puerta del baño, mire el reloj y eran las ocho pasadas, Claudia ya había regresado de su baño matutino, porque escuché su voz hablando con Esteban. Bueno … no se puede tener todo en este mundo, pensé.
    
    Una hora más tarde, estábamos todos sentados afuera en la mesa desayunar, el desayuno fue pantagruélico. Sonya estaba con sus cabellos sueltos y se le veía con el rostro luminoso y adorable a la luz del sol mañanero. Claudia por el contrario se veía un poco molesta, me dijo:
    
    —Te extrañé esta mañana … no viniste a nadar conmigo …
    
    Lo dijo en un tono un tanto ambiguo, intentaba ser divertida, pero miraba a Sonya y a mi alternadamente. Sonya se sintió aludida por sus miradas y se sonrojó, bajó su cabeza y fingió ser muy interesada en su tostada con mermelada, yo pronuncié una vaga respuesta:
    
    —Sí … dormí demasiado hoy …
    
    Claudia se acercó al lado de Sonya y dijo:
    
    —Debe haber sido un sueño bastante inquieto … Cuando salí para nadar … escuche bastantes ruidos en esa habitación …
    
    Lo dijo casi apoyándose a la mesa muy cerca de Sonya y me pareció notar un dejo de celos en la voz de Claudia. Sonya casi se atragantó con su tostada al escuchar esas palabras y su rostro estaba rojo como un tomate. Pensé que podía estallar una discusión entre las dos hermanas y trate de bajarle el perfil a las veladas insinuaciones de Claudia.
    
    —Pues deben haber sido los ronquidos de Sonya … ella ronca tan fuerte …
    
    Dije en tono divertido, pero Sonya se paró de la mesa y me apuntó con un dedo.
    
    —¡Yo no ronco en absoluto! … ¡Y si te molesta dormir en mi cuarto, puedes irte y regresar al zaguán! …
    
    ¡Dios!, en que lío me había cachado, estaba atrapado entre mis dos hermanas y lo peor que no se me ocurría nada para salir de esta situación. Afortunadamente, Esteban intervino cambiando de tema:
    
    —Andrés … debo hacer unos pequeños trabajos de reparación del techo … ¿Me podrías dar un mano después del desayuno? …
    
    —¡Oh! … ¡Emh! … Sí … por supuesto que sí …
    
    Le dije rápidamente, Claudia no agregó más comentarios inquisitivos y Sonya parecía decidida a probar que tal sabía la mantequilla mezclada con la mermelada. Claudia me dio una última mirada muy significativa, lo que hizo que mi masculinidad se comenzara a manifestar, cosa que me sorprendió a mi mismo, no sabía a ciencia cierta el motivo de esta incipiente erección, supuse que eran mis dos hermanas o quizás el relajo de estas vacaciones, concluí que debía ser algo de las dos cosas.
    
    Me fui a trabajar con Esteban y me sentí feliz de que el trabajo se prolongara hasta el mediodía, así conseguí alejarme de la constante tentación de mis hermanas. Al parecer Esteban se dio cuenta de que me había tranquilizado y relajado por el trabajo y me sugirió que saliéramos a dar un giro en bicicleta, estuve de acuerdo y acepté. Mis hermanas parecían andar de amor y de acuerdo y las vimos caminar juntas hacia la playa cuando partimos.
    
    Llevábamos más de media hora pedaleando por las arenas cuando Esteban recibió un ...
«12...456...10»