1. En algún lugar cerca de Iquique. – Cuarta Parte.


    Fecha: 27/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mensaje de texto, pensé que era de Claudia, pero no, era de una tal Sandra. La hija de los vecinos más próximos le decía que tenía problemas con su jeep y si podía ir a darle una ayuda. Esteban le dijo que sí, y que estábamos a unos veinte minutos de su casa.
    
    Esteban me contó que esta chica convivía con una lésbica, que más de una vez ella se le había insinuado, pero como normalmente su “novia” no la dejaba libre ni a sol ni a sombra, nunca habían concluido nada. Llegamos a la casa de Sandra y ella me miró extrañada, al parecer no se esperaba ver a Esteban acompañado:
    
    —Pensé que vendrías solo …
    
    Le dijo, pero luego se quedó callada pues a todos nos sonó como grosera. Esteban le explicó someramente quien era yo y eso pareció tranquilizarla. Sandra explicó a Esteban el problema con el vehículo, además, le dio a conocer de encontrarse sola, ya que sus padres habían salido por dos semanas y su pareja se había quedado en Santiago donde ella tenía que volver esta misma tarde con el vehículo.
    
    Esteban con bastante seguridad probó a echar andar el vehículo, pero este tenía como un chasquido y no partía:
    
    —Creo que es la batería …
    
    Dijo Esteban y se explayó con cosas técnicas que ni yo ni Sandra entendimos nada, pero concluyó que quizás empujándolo podría partir, Sandra dijo que ella conduciría mientras nosotros empujaríamos el vehículo. Así lo hicimos, después de varios tentativos el motor del Jeep partió, Esteban comprobó de que el estanque estaba tres cuartos y le aconsejó de dejarlo encendido para que la batería volviera a cargarse.
    
    Esteban dijo que teníamos que irnos, pero Sandra nos invitó dentro de la casa para beber unas cervezas en agradecimiento por la ayuda, apenas entramos a casa, Sandra perdió cualquier inhibición y se colgó de los brazos de Esteban. Hubo un silencio incomodo entre los tres, al parecer yo estaba sobrando, pero Sandra resolvió rápidamente, se acercó a mí, metió su mano sobre mi pene y dijo:
    
    —Tú también podrías quedarte …
    
    Mientras Esteban sonreía, Sandra nos miraba alternadamente, yo estaba un poco tímido y avergonzado, miré de cerca a la muchacha. Ella vestía una blusa blanca con un nudo donde lucía su esplendido ombligo, además de unos ajustados leggins que delineaban claramente su curvas y revelaba que ella no vestía ropa interior y la hendedura de su chocho se veía esplendida, debajo de la blusa se traslucía un diminuto bikini, de alguna manera me atreví a tocarla y ella me sonrió. Antes de que pudiera cambiar de opinión, agarré unos de sus pechos. Ella abrió sus labios como de sorpresa y en su rostro se dibujo una descarada expresión de lujuria y dijo:
    
    —Este va a ser mi primer trio … quizás podríamos …
    
    Se quedo callada y se turno para mirarnos a Esteban y a mí sonrojándose. Esteban agarró su otro seno y le dijo:
    
    —Pensé que te gustaban las mujeres …
    
    —Yo también lo creí así … pero la verdad es que de vez en cuando necesito a un hombre …
    
    Respondió sinceramente y lenta y provocativamente ...
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