Mi esposo mi sobrino y yo, un matrimonio feliz # 1 - Relatos Eróticos

Mi esposo mi sobrino y yo, un matrimonio feliz # 1

... - ¿Juguemos? ¡Me encanta jugar con tus hermosas tetas tía!

Yo - ¡Si empiezas a jugar en mis tetas! ¡Voy a querer que juegues más abajo también!

Me dio un hermoso beso francés entrelazando eróticamente nuestras lenguas y llevo su mano a mi entrepierna separando mis labios vaginales y estimulando con sus deditos mi clítoris, masturbándome delicada y deliciosamente haciendo que mi conchita se humedeciera con rapidez y cuando no aguante más y mi calentura estaba al tope, entre quejidos y ahogados gemidos le pedí.

Yo - ¡Chúpame la conchita bebe! ¡me calentaste y ahora la tía quiere jugar fuerte, mi vida! ¡Por favor chúpame la conchita que la tengo muy mojadita y caliente mi amor! ¡Chúpamela toda que me puse cachonda! ¡Y quiero pija! ¡tú pija bebe!

Así mi sobrinito hundió su boca en mi vulva lamiendo y besando cada rinconcito de mi caliente conchita, con la puntita de su lengüita estimulaba mi durito clítoris haciéndome suspirar y gemir de increíble placer. Ricardito ya me tenía en el cielo aullando y jadeando como una loba en celo lista para que me penetrara, su boquita se despidió de mi mojadita conchita con un beso de esos que con su boca succiona los labios mayores de mi vagina estirándolos deliciosamente me estremecí de placer, se incorporó y acaricio mi conchita con su mano pasando uno de sus dedos por entre medio de mi estimulada y excitada vulva totalmente mojada e introduciéndome su dedo mayor, lo metía y lo sacaba despacito y yo disfrutaba inmensamente cada inserción como si fuera la última use mis dos manos para separar los labios de mi conchita ofreciéndole mi clítoris ansiosa de que me lo lamiera y sin detener la inserción de su dedito se inclinó y comenzó a lamerme, besarme y succionarme mi hinchadito clítoris. Por dios ya estaba a punto temblaba y gemía de placer, mi orgasmo comenzaba a gestarse en lo profundo mi interior buscando salir como un sunami y se lo hice saber involuntariamente a Ricardito cuando mi respiración y mis gemidos se aceleraron considerablemente. Ricardito me masturbaba cada vez más delicioso y rápido y llegue al final soltando un fuerte gemido al mismo tiempo que mi orgasmo se apoderaba de mi conchita, no podía parar de estremecerme y de gemir ahogadamente y termine de acabar agarrando con mis dos manos la cabeza de Ricardito para aprisionar su boca y su lengua lo más fuerte que pude contra mi clítoris.

Ricardito se paró me beso en los labios y me miro con una sonrisa en su rostro, como orgulloso su trabajo y yo le tome la mano como agradeciéndole su excelente labor, baje mi vista y le vi la verga que le latía de excitación, la tenía increíblemente parada, hermosa, dura como una piedra, su glande terriblemente hinchado y sentí deseo incontrolable de chuparme esa hermosa pija y más después del placer que me había hecho sentir lamiendo mi conchita, tenía que hacerle lo mismo. Me senté en la reposera lo atraje hacia mi le agarré la verga le lamí el glande y me la metí en la boca, se la comencé a mamar ...