Mi esposo mi sobrino y yo, un matrimonio feliz # 1 - Relatos Eróticos

Mi esposo mi sobrino y yo, un matrimonio feliz # 1

Hola a todos, mi nombre es Mimí y espero que les guste mi nuevo relato, les recomiendo que si lo desean lean también mis otros relatos y me s dejen saber su opinión, si les gusta. Besos.

@dulcemimi065

Salí de la piscina y me recosté en una de las reposeras del jardín para secarme antes de entrar a la casa, Alberto nos consultó a Ricardito y a mi si teníamos ganas de cenar un poco de carne a la parrilla y con Ricardito nos miramos y los dos al unísono como chicos dijimos ¡Sí! ¡Asadito! ¡Queremos, queremos! Los tres reímos y Alberto dijo ¡Bueno voy a pender el fuego y complacer tu deseo mi amor! Me dio un hermoso beso en los labios y se fue al quincho a prepararnos a Ricardito y a mí un delicioso asado.

Yo le pedí a Ricardito si podía ir a la mesa del jardín y alcanzarme la loción que uso para humectar mi piel después del sol y la piscina, Ricardito cumplió mi deseo y cuando regreso me pregunto si quería que él me pase la loción, a lo cual le respondí ¡Si mi amor! Si tienes ganas me encantaría. Ricardito tomo la loción y roció con el atomizador todo mi cuerpo con la refrescante loción y comenzó a pasármela acariciando con sus manos primero por mis pies subiendo por mis piernas, mis caderas llego a mi pancita metió un dedito delicadamente en mi ombligo haciéndome cosquillas y cuando sus manos llegaron a mis pechos tomo el envase de la loción y roció mis tetas con abundante loción, sus manos suavemente esparcían la loción por mis pechos desnudos y yo cerré mis ojitos y me relajé para disfrutar mejor el delicioso masaje de mi sobrino en mis tetas, acariciaba mis tetas tan delicioso y con tanta dedicación que mis pezones comenzaron a crecer y endurecerse producto de la loción y el contacto con las manos de mi sobrino. Ricardito masajeaba, acariciaba y apretaba suave mis senos tomándose el tiempo para también pellizcarme y masajearme los pezones y cuando sentí la puntita de la lengüita de mi sobrinito lamerme y hacer circulitos alrededor de uno de mis pezones abrí los ojitos nos miramos fijamente y le sonreí con picardía y el entendió perfectamente que me gustaba y disfrutaba mucho lo que estaba haciendo con mi pezón erecto y durito, instantáneamente Ricardito subió la vara y se metió mi pezón en la boca comencé a sentir el calor de su boca en mí sensible pezón y el comenzó a succionarlo arrancando unos cuantos y suaves gemidos de mí, que lo alentaron aún más a continuar su placentera labor pasando a mi otra teta para hacer lo mismo con el otro pezón y así fue intercambiando de pecho lamiendo, succionando y masajeando mis pezones con su lengua haciendo que mi temperatura uterina subiera considerablemente. Mis gemidos aumentaron su intensidad y el placer de ser lamida tan delicadamente se adueñaba de mis sensaciones, le acaricié el pelo y la cabeza mientras él seguía deleitándose con mis pezones y mis grandes tetas, le dije.

Yo - ¡Bebe! ¡Me estas poniendo muy cachonda, mi vida! ¿Y sabes que la tía cuando se calienta quiere jugar?

Ricardito ...