Apuesta con una madre sumisa 3 - Relatos Eróticos

Apuesta con una madre sumisa 3

... a mi madre le temblaban las piernas y de la boca tapada le salía un bufido intermitente. Se estaba corriendo. Incluso pude ver su tanga mojarse con gotitas de pipí que no pudo contener mientras se corría.

Jadeando los dos, mi pene empezó a desfallecer en su culo, por lo que al rato se salió del mismo desentaponando el agujero de mi lujuria. El semen empezó a chorrearle despacio pierna abajo. La corrida había sido brutal.

Recobrando ambos el conocimiento. Golpearon a la puerta. Toc, toc.

Mi padre: “Ana, ¿eres tú?

Ana: “Sí, ya salgo. No tardo. Déjame”

Entre risas con su cuñado, mi padre había echado de menos a mi madre y tras no encontrarla en su habitación se dirigió al baño. Gracias a dios, no se interesó por mí.

Mi madre se limpió la corrida como pudo, se puso una compresa en su culo dilatado, se recompuso el vestido, sopló y tras asomarse al pasillo para comprobar que ya se habían ido, se dirigió al salón con una preciosa sonrisa de no haber roto nunca un plato.

Mi padre: “Ana, estás roja”.

Ana: “Ay cielo, el vino. Parece que he bebido un poco de más”.

Tras oír a mis padres hablar y continuar con las risas. También me acomodé todo y me dirigí de un salto a mi cercana habitación. Aquí no había pasado nada.