1. Apuesta con una madre sumisa 3


    Fecha: 20/08/2024, Categorías: Incesto Autor: tony0023, Fuente: TodoRelatos

    ... aquí”.
    
    Me marché apresurado a mi habitación donde sin querer llorar se me caían las lágrimas. Estaba con un sentimiento agridulce, avergonzado y aún excitado, cabreado, enfadado, triste… y empalmado.
    
    Salí de la habitación para la cena. Mis tíos estaban muy simpáticos y mi prima tan parlanchina y cansada como siempre. Todo pareció olvidarse por ambas partes. La cena trascurría correctamente, entre charlas, risas y vino.
    
    Incluso mi madre tomó unas copas de más, lo que la puso más contenta de lo habitual. Quién me iba a decir que una mujer generalmente tímida y sumisa como ella había actuado así conmigo y era tan activa y charlatana durante la cena. Incluso se permitió el lujo de tirarme alguna indirecta:
    
    Ana: “¿Qué te pasa Javier?. Te veo apagadito. ¿Te ha pasado algo hoy?. No hablas mucho como nos tienes acostumbrados”.
    
    Javier: “No, no, estoy bien”. –Contestaba yo con aire disimulado.
    
    Ana: “Tienes que echarte una novia. Pasas mucho tiempo en casa. Eso no es bueno para un chico de tu edad. Te vas a marchitar aquí”.
    
    Yo tragaba sus indirectas estoicamente. ¿Cómo no hacerlo?. Mi madre iba preciosa. No me la quitaba de la cabeza. Llevaba un vestido de color azul oscuro a la altura de las rodillas con un cinturón precioso que le marcaba las curvas. Unos labios rojos que se marcaban aún más en esa tez blanca y bella con ligeras arruguitas propias de la edad. Porque hay que decirlo, mi madre era bellísima, con un rostro dulce, nariz respingona y elegante y ojos grandes que hacen babear a quien le aguante la mirada unos segundos. Tal era así, que el hermano de mi padre no le quitaba ojo disimuladamente y en cuanto tenía ocasión le soltaba a mi madre lo bien que la veía, que no pasaban los años, y todas esas chorradas que se dicen entre babeo y babeo.
    
    La sobremesa se hizo larga. Mi prima dormía en el sofá como una vendita, callada, como debe ser, con la cabeza apoyada en los muslos de mi tía que veía la tele hipnotizada. Mi padre y mi tío departían risas en la cocina, enseñándole la colección de botellas de alcohol caro que aún no había dado cuenta estos meses. Mi madre se levantó algo mareada y soltó:
    
    Ana: “Uf, tengo que hacer un pis”. –Así que se dirigió al baño que tenemos en el pasillo de la entrada del apartamento.
    
    Yo, con la excitación provocada por el movimiento de caderas de mi madre hacia el baño y las copas de vino tinto que llevaba de más, mi cabeza se embotó. Empecé a respirar profundo, excitado, nervioso, enfadado,… la seguí. Iba a cometer una locura.
    
    Mi madre cerró el baño sin pestillo, al cabo de unos segundos entré sin avisar cerrando a continuación y allí estaba ella soltando chorros de pis sentada en el inodoro, con un minúsculo tanga negro en los tobillos, mirándome sorprendida.
    
    Ana: “¿Pero qué haces aquí?. Sal ahora mismo. ¿No ves que estoy meando?. Sal y cierra la puerta.
    
    Yo: “Silencio. Calla. Que nos van a oír. Calla coño”.
    
    Ana: “Pero niño…” -Mi madre paralizada, no sabía que decir.
    
    Mi madre ...