1. Voluntariado. 1ª parte


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... para mirar las montañas, donde la noche empezaba a ser cada vez más oscura, y la luna llena intentaba impedirlo desde el otro lado. Diez minutos llevaba Virginia aún respirando el aroma de la noche africana cuando la mujer le anunció que debía prepararse para cenar. Virginia abandonó el cuarto tras ponerse un vestido negro que había traído para las ocasiones y siguió la estela de la mujer, para acabar descubriendo que era una sirvienta del lugar, pues ayudó a poner la mesa y los platos. Virginia se sentó en el borde de una mesa larga, donde también tomaron asiento otras personas que aparecieron por el compartimento derecho del edificio, en el cual ella no estaba ubicada.
    
    Las personas que aparecieron eran cuatro chicas extrajeras, tal y como lo era ella en ese lugar. Tomaron asiento en las sillas restantes, pero ninguna de ellas se sentó en la silla que presidía la mesa, debajo de una enorme escultura de una figura antropomórfica que sostenía una gran serpiente como báculo. Las chicas saludaron a Virginia y le preguntaron su nombre. Virginia contestó, y se dio cuenta de que tenían más o menos su edad. Pensó que también podrían estar allí por voluntariado y se lo preguntó a ellas. Sin embargo, la mujer que estaba poniendo la mesa pareció dirigir una mirada severa a las féminas, mirada que Virginia no captó. Pero desde aquél momento, la calidez de las otras adolescentes alrededor de Virginia se enfrío un poco. Contaron que ellas también llevaban un tiempo de voluntarias, aunque cada una de ellas había llegado a un tiempo distinto.
    
    La que llevaba más tiempo era la que se había sentado en frente de la francesa recién llegada. Era una chica de aspecto nórdico, con preciosos ojos azules y una melena tan rubia que casi era blanca. Llevaba seis meses allí. Parecía haber engordado, de hecho, un bulto le salía de la tripa, a pesar de que por sus facciones parecía una chica muy delgada. Las otras chicas procedían de India, Brasil y Australia. Todas tenían un cuerpo muy destacable, y tenían rasgos muy marcados de allí donde provenían. Además, estaban muy bien maquilladas sin exceso y llevaban vestido vaporoso. A Virginia le sorprendió encontrarse allí con chicas tan guapas, pues pensaba que el resto de voluntarias no serían tan hermosas o bien que habrían perdido la costumbre de ponerse guapas para trabajar en un sitio tan caluroso.
    
    – ¿Cuál es la más reciente aquí entonces?
    
    Les preguntó Virginia con curiosidad. Las chicas se miraron entre ellas y la nórdica le dijo, con algo de vergüenza en su cara…
    
    –Aiko, una chica japonesa que llegó anoche…
    
    – ¿Justo anoche? Vaya qué coincidencia…
    
    Observando que al lado de la chica australiana había una silla vacía, Virginia pensó que sería la silla para la japonesa, pero allí no había venido nadie…
    
    – ¿Y dónde está Aiko ahora?
    
    Silencio. Ninguna de las chicas se atrevió a contestar hasta que, pasados unos segundos, la chica hindú dijo…
    
    – Bueno… se encuentra indispuesta…
    
    La joven hindú tuvo que ...
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