1. Eric. La fiesta salvaje 2 – Familia vampírica 11


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... Como medio metro por debajo una plataforma algo más saliente permite apoyar los pies dejando un hueco en el centro al que puedes bajar por unas escaleras desplazables. En el resto una barandilla también trasparente impide que caigas. Por supuesto los usuarios pueden bajar a la parte inferior donde disponer de un lugar para tumbarse o bien solo bajar algunos que recibirán la lluvia de flujos y fluidos de los que permanezcan arriba.
    
    Entraron las chicas en la esfera y gradué el lanzamiento. Hay un solo punto de carga… y otro de descarga. Pero una vez la gente está dentro la esfera se suelta y se mueve por el techo del Club. Puedes situarla desde unos dos metros y medio, casi encima de las cabezas de la gente a los casi cinco de la altura del techo. También se puede hacer que el enganche se separe del anclaje cuando sueltan la esfera… o antes.
    
    Dispuse que Esther se sentase en un lateral con Tania sobre sus rodillas y que bajasen las barras de seguridad del lateral de la escalera. Con eso quedaban encerradas, aunque también hice se sujetasen con el cinturón. Yo me senté enfrente de ellas, con Alicia en mis rodillas y solo sujetos por un cinturón que ceñí desde el enganche en la esfera y a su espalda. Cada una de sus piernas pasaba por los dos huecos de mis laterales. La penetré en su coño que estaba húmedo, pero una vez dentro no me moví. Desplacé el punto de enganche del techo lo más alejado posible, dando todo el cable y activé que se soltase la esfera.
    
    Caímos. Como si de un inmenso columpio se tratase caímos los tres metros que separan la posición de entrada de la más baja que puede adoptar. A la vez el enganche, liberado del freno que era la propia bola avanzó hasta su posición en el centro de la sala. Eso de por sí nos evitaba que a la vuelta del péndulo la esfera golpease en el muelle de entrada.
    
    Pasamos por las cabezas de la gente y empezamos a elevarnos. Llegamos a un tope fijado por la gravedad y volvimos a bajar. Dejé que el balanceo de la esfera nos moviese un rato. Alicia se corrió. Yo me salí de ella. Tomé a Alicia de la nuca y empecé a devorar su boca en un beso salvaje mientras nuestro pelicular columpio seguía con su vaivén. Ella acercó sus manos a mi pene, aún erecto. Lo levantó un poco más (pues yo estaba sentado en el agujero dejando colgar mis cojones y mi polla después de dejarme salir de ella) y se lo metió de nuevo en su húmeda vagina. Empezó a moverse buscando que me corriese.
    
    Mientras las chicas reían, hablaban en susurros lo bastante alto como para reconocerlo, pero lo bastante bajo como para no entender lo que decían. Encargué a través de las gafas dos copias del video que grababan las cámaras de la esfera: una con sonido y otra sin él.
    
    Cuando la esfera se estabilizó solté el cinturón. Alicia se había corrido por segunda vez y, a petición de ella, me dejé ir en su interior. Esperaba que fuese cierto lo de que tomaba la píldora, porque si no mamá me acabaría echando una bronca. Me acerqué a las otras dos ...
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