1. En la tienda de ropa.


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Deverano2003, Fuente: TodoRelatos

    ... liberar sus deseos.
    
    —Ay papito…papito…qué cachonda me pones… si…si..tócame la conchita…esa conchita que se deshace cada vez que la rozas…esa conchita que te pertenece…
    
    —Ven aquí…— le paso el dedo medio por encima de la braga para dibujar la línea de su rajita sobre la tela y así estimularla haciendo que los labios empiecen a separarse.
    
    —Levanta la falda y enséñame ese… mi tesoro…— Irene responde diligente, se arremanga la falda hasta la cadera y me muestra su bonita braguita con una gran mancha de humedad.
    
    —Ya sabía yo que esto te gustaba — le digo hurgando con mis dedos sobre su conchita.
    
    —Lo malo es que ya me has sacado la lechecita y que ya no tengo más para darte…mira que blandita esta mi verga…—le digo al tiempo que me desabrocho el pantalón y lo dejo caer hasta los tobillos.
    
    Me deshago del calzón y tomo la verga entre los dedos…está regordeta aunque blanda…hago que aparezca mi capullo deslizando el pellejo hacia atrás. Me gusta exhibirme delante de ella, se que le maravilla contemplar el cambio al pasar de una polla pequeña y blanda a un buen falo…duro…hinchado y adornada con un buen capullo en la punta.
    
    —Si papi…si…marca tu territorio…soy tu perrita y te espero— me dice con la mirada clavada en mis genitales esperando el milagro de la resurrección de una verga cansina.
    
    Con una mano mantengo el capullo descubierto del pellejo, orientado hacia su entrepierna con la otra mano la tomo por la cadera para mantener la posición y la separación de nuestros cuerpo. Cuando menos se lo espera dejo ir una andanada de pis que impacta sobre sus braguitas. Mi orina chorrea por el interior de sus piernas…caliente…inesperada…generando una gran lujuria entre nosotros.
    
    —Chorréame papi…señálame con tu orina…marca tu propiedad— dice al recibir otro chorro que le lanzo entrecortado para que la ceremonia dure más tiempo
    
    Mi nuera cierra los ojos y suspira cautiva por la lujuria que le provoca mi cálida meada sobre su sexo. A mi me gusta ver como sus piernas tiemblan mientras chorrean. Enloquecidos por la escena, cada cual disfrutamos a nuestra manera, yo regando su conchita y ella sintiéndose poseída marcada por su papaíto, su amo, su señor.
    
    —Te gusta demasiado… eres una viciosa del sexo— le digo al tiempo que hago que se dé la vuelta, apoye las manos sobre el lavabo e incline el cuerpo hacia delante…hasta casi tocar el espejo con la cara.
    
    Levanto la falda, queda sujeta con mi mano sobre la espalda. La otra mano la utilizo para darle una buena cachetada en la nalga. Irene se estremece, acepta su “castigo” por ser tan viciosa y se acomoda para recibir la siguiente.
    
    Recojo la braga hasta que desaparece en medio de sus cachetes. Desde la cinturilla tiro de ella hacia arriba para que la tela se incruste entre sus labios y apriete sobre su clítoris…
    
    —Uhmmm, papi….¡Qué dolor tan rico! — susurra mientras le voy dando tironcitos que hacen que la tela se clave una y otra vez entre sus labios.
    
    —¡Qué golfa eres!...¡te gustan todas ...