La rebelde 5 - Relatos Eróticos

La rebelde 5

... todavía, que me cagaran. Sonrió y aseguró que nunca me haría eso, yo le dije que aceptaba que se tirara pedos en mi cara, cuando se sentaba sobre ella, o limpiarle la gotita de después de que haya meado, con la lengua.

No te mearé, aunque mi tía si me meó a mí y tampoco me hizo gracia, por eso te entiendo tan bien; y tuvo al momento una reacción que me sorprendió, cogió el ordenador portátil; le pregunté si podía mirar lo que hacía, me lo concedió. y abrió una base de datos, había varios nombres, me aclaró que eran sus esclavos, unos vivían en Madrid y otros en Alicante. En cada nombre había escrito un resumen de sus características, algunas eran simplemente físicas o cronológicas: edad, color del pelo y piel, estatura y peso, fuerza…; otras eran más personales, menos evidentes, nivel de estudios, domicilio, teléfono…; al fin estaban las peligrosas y muy personales, gustos, aficiones, cosas que odian, reacción ante el dolor y todo tipo de agresiones, como ser asfixiado o inmovilizado. Después de eso había un apartado que Sandra había titulado “lo que le aterroriza”. No me dejó leer los nombres, salvo el de Isabel y el mío, de nosotros dos me dejó leer todo, así supe que es lo que le aterroriza a ella; también supe que la base de datos estaba muy incompleta, de mi sabía pocas cosas, pero no tardaría en saber muchas, no parecía tener prisa. A casi todos sus esclavos varones les asqueaba la idea de tener relaciones con hombres, pero a sus esclavas, por cierto, tenía menos esclavas que esclavos, no les asqueaba la idea de tener unos frotes morbosos con mujeres, sobre todo con mujeres muy poderosas, que las obligasen, como la misma Sandra.

Cerró el ordenador y me ordenó que le hiciera la siguiente pregunta, le comenté, antes de preguntar, que su tía me había dicho que tenía que volver a su casa porque tenía, en ella, un hombre y una mujer inmovilizados y tenía que llevarlos al baño, darles algo de comer y jugar con ellos a lo suyo. ¿Sabía ella como inmovilizaba su tía a los esclavos y que cosas les hacía?

Sandra contestó que sí, añadió que también ella había sido inmovilizada por su tía, y esclavizada, no tardarás en saber alguna de sus técnicas, porque te las voy a aplicar a ti, aunque no todas de golpe, porque podría hacerte demasiado daño, hay para jugar varios días; una de las cosas que aprendí viviendo con ella son técnica de lucha, llaves, contrallaves, agarres… aprendí a salir de agarres, aunque eso no es posible siempre; mi tía es tan fuerte que resulta imposible hacerla soltar la presa, incluso aunque no te haya agarrado del todo bien.

Supongo, siguió diciendo Sandra, que esos esclavos están atados, de pies y manos, y sujetos a unos ganchos que hay en la pared. Los sujeta de forma que no pueden escapar, de ninguna manera, pero si pueden estar tumbados en el suelo y cambiar de postura cada cierto tiempo, aunque con muchas limitaciones, lo justo para que no acaben demasiado magullados, dado que pueden estar aprisionados varios días. ...