Un castigo en la granja (10) - Relatos Eróticos

Un castigo en la granja (10)

... sujetador.

- Si, síii! Quiero verlo!

Hice un movimiento con mis hombros y saqué los brazos del mono dejándole caer hasta la cintura. Sacó mi polla sin dejar de agarrarla y abrió más los ojos y la boca en una expresión sin sonido. Bajo la otra mano y comenzó a manosearla con las dos a la vez que la miraba olvidándose de su propietario. En ese momento sonó una llamada en mi móvil.

- Es Laura! Tendré que cogerlo!

- Si, si. Cógelo! Seguro que la muy guarra sabe que andamos haciendo algo, jijiji!

Parecía darle igual. Ella seguía aferrada a mi polla. Cogí el móvil mientras ella se sentaba al borde de la cama.

- Hola Laura!

- Puedes levantar la azada, o te quedaste demasiado débil anoche?

No sé si lo de “levantar la azada” iba con segundas.

- Me repongo rápido!

- No sabes las ganas que tengo de volver a follar!

No sabía que contestar. En ese momento sentí la lengua de mi tía rodear mi capullo y tuve que contener un leve gemido. Mi tía estaba dispuesta a chupármela mientras hablaba con su hija. Si no la importaba chúpamela mientras hablaba con Laura, tampoco la importaría oír alguna barbaridad.

- No querrás que te folle mientras comemos! – intenté bromear.

- No estaría mal. Sentarme sobre tu polla mientras mamá y Ceci nos miran, jijiji!

- Serías capaz?

- Seguro que se lo iban a pasar bien, jajaja!

Las conversaciones con Laura eran vez eran más surrealistas, aunque la situación casi lo era más. Mi tía ya había engullido mi capullo y comenzaba a darle fuertes succiones.

- Vale… luego… hablamos! – corte la llamada porque la excitación ya casi no me permitía hablar.

Metí las manos bajo las grandes tetas de mi tía y sentí esa enormidad entre mis dedos.

- Ufff, tía! No sabía que te gustaba hacer esto!

- A tu tío le encanta que se lo haga. A ti no?

- Claro que me gusta, pero primero quiero ver qué te has comprado para debajo de la ropa!

- Ah, pillín. Quieres verme desnuda, ehhh!

- Bueno, más bien en ropa interior. Seguro que es muy bonita!

Se puso de pies y movió los hombros para que los tirantes del vestido se deslizara por sus brazos. No esperó a que cayesen del todo. Tiró de ellos para traspasar la cintura y el vestido cayó al suelo. Ahora el que abrió los ojos fui yo. Llevaba un tanga de infarto que apenas cubría la selva de vello que había entre sus piernas. Me sorprendió la estrechez de su cintura que hacía sus curvas más poderosas.

- Te gusta?

- Ufff, te queda… maravilloso! – contesté mirando al centro de sus muslos.

- Me ha dicho Laura que para ponerme esto me debería de depilar, jijiji!

Sin cortarme metí la mano entre sus piernas y la pasé abierta para sentir todo el rizado vello.

- Te ha visto Laura así?

- No, pero al ver las bragas que había elegido se debió de imaginar cómo me quedarían!

- Pues a mí me gusta así! – le dije pensando que ya los había visto depilados y esa melena me pareció algo especial.

- Ahhhh! Que calentita que me pone tu mano! – susurró ...