1. Amistad: una relación sadomasoquista


    Fecha: 09/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sangre de virgo.
    
    -pareces un vampiro, le dijo Ana sonriente.
    
    Para ella no hubo placer de ninguna forma: sólo fue un doloroso momento, angustioso y tremendo. Eso le explicó a Laura como respuesta a su pregunta acerca de lo que había sentido:
    
    -¿pero sentiste cuando se te desgarró? Yo lo sentí, casi oí el sonido.
    
    -no. Sólo dolor, angustia y ganas de vomitar.
    
    -¿te gustó?
    
    -qué me va a estar gustando, idiota, casi me cago…le contestó.
    
    Continuaba abierta sobre la mesa fluyendo un poco de sangre y el palo sanguinolento que la había violado en su mano: -de verdad, lo que me gustó, fue cuando te vi revolcándote de placer sobre mí… ¡eso sí que me gustó!
    
    -tremendos orgasmos que me salieron, fueron como ninguno. Casi me desmayo.
    
    -fue divino corroborar, dijo Ana sonriente mientras le acariciaba los cabellos sudados, lo que gozas conmigo, lo que sentías porque yo estaba aquí, el placer que te daba mi cuerpo adolorido… me gusta darte mi dolor para que goces.
    
    Laura le arrancó de sus manos el palo con el que había sido desvirgada y comenzó a lamerle la conchita de muñequita como a ella le gustaba: cuando estaba a punto de hacerla acabar… bruscamente volvió a enterrarle el tocón ensangrentado y Ana, ahora, chilló de placer al sentirse empalada en medio de los espasmos de un agónico orgasmo.
    
    Quedó tirada sobre la mesa. Sonriente y relajada.
    
    Laura con su cara aún ensangrentada le dijo:
    
    -bueno, idiota, ¿qué esperas para bajarte? Es mi turno.
    
    -¿qué hago? Preguntó Ana.
    
    -lo mismo que yo te hice, estúpida. Pero sin tanta mariquera y cuidado… ¡duro!
    
    Laura se montó sobre la mesa, totalmente desnuda, se acomodó y miró a Ana: -¡dale pues! Le ordenó.
    
    El taco que le correspondía era más grueso. Ana lo mojó en aceite. Lo colocó en su entrada y le avisó: -¡voy!
    
    -deja la mariquera y ¡dale idiota!
    
    -¿te la chupo un poco primero?
    
    -¡coño, que le des! -la regañó exasperada- No ves que estoy excitada y húmeda con las acabadas que me diste… ¡mételo! ¡Estúpida, que eres!
    
    Ana se lo colocó en posición y comenzó a empujar con cuidado. Los labios de su amiga se abrieron y su grieta se tragó un pedazo de palo.
    
    -¡así, así! Sigue así, perra, sigue así…
    
    -¡no me digas perra!
    
    -perra, perra, perra…
    
    Ana se encabritó y se impulsó con fuerza como si clavara un puñal en su vientre -le daban ganas de matarla cuando le decía “perra”-
    
    Estaba brava y ofuscada y de un solo gran empellón le empujó el palo hacia adentro hasta que sintió que no entraba más.
    
    Laura gritó de dolor y placer al sentir como se desgarraba por dentro:- vamos perra, mételo más…
    
    -te voy a matar…
    
    -mátame, perra, mátame…
    
    Ana lo empujó más cómo para atravesarla y dañarla.
    
    Un estertor surgía de la garganta de Laura tras cada impulso asesino de Ana.
    
    Esta, calmó su ira al sentir su propio placer provocado por el placer de su amiga ante sus propias maldades.
    
    Se calmó totalmente cuando vio la sangre rebosando el taco por sus bordes. Se asustó. ...
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