1. La Herencia (cap.3)


    Fecha: 07/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: duq, Fuente: TodoRelatos

    ... tu confianza en mí la máxima, por todo ello voy a azotarte, así que no quiero que te muevas de cómo te he puesto, tu culo ofrécemelo a cada azote, no quiero gritos, ni lamentos o te pondré una mordaza de niñata, acepta tu castigo y compórtate mientras te lo aplico.
    
    - Si mi Señora Sofia.
    
    Sofia empezó a darle azotes con su mano, a mano abierta, azotes que se iban reflejando en el color de su culo que se ponía rojo por momentos, ella puso un ritmo y se notaba que no era la primera vez que hacía aquello, se notaba su destreza y su habilidad para azotar.
    
    Paraba y acariciaba su culo.
    
    - Tengo muchas ganas de follarme este culo de mi perrito, hacerlo mi putita, me pone mucho nenita, le decía Sofia mientras le pasaba la mano por su culo.
    
    Enseguida seguía azotándolo, en un cachete, después en el otro.
    
    Se fijo Sofia que la polla de Pablo ya estaba flácida desde que le ordeno no tocarse más y notaba como con los azotes aquella polla parecía que recobraba vida.
    
    Cuando su culo ya tenía color, ella paro y se agacho a coger uno de sus zuecos del suelo, de donde los había dejado su esclavo cuando se los trajo.
    
    Así como estaba Pablo ella le paso la suela del zueco por su culo y después sin miramiento alguno empezó a azotarle con el zueco, aquella madera de la suela parecía que hacia su efecto y la dureza de cada golpe se notaba en su culo por los movimientos que el hacia a cada uno de los azotes, se retorcía y Sofia disfrutaba de aplicarle el merecido castigo.
    
    Pablo empezó a notar como ardía su culo y los azotes que estaba recibiendo con aquel zueco ya se notaban en el culo que además hacía mucho que no era azotado y había perdido la costumbre, además su polla ya estaba con más vida, no estaba en plena erección, dura, pero se notaba que esos azotes causaban el efecto deseado en el sumiso, le excitaban, Sofia estaba disfrutando mucho y la mancha de humedad en su braga la delataba, ahora era más evidente y más grande.
    
    Sofia dejo su zueco en el suelo y con su mano acaricio el enrojecido culo de su esclavo, noto que desprendía mucho calor, lo tenía ardiendo de los azotes recibidos, entonces paso uno de sus dedos por su ano y lo puso a la entrada, Pablo apenas se movía, solo la agitada respiración que le había proporcionado el castigo recibido hacía que su cuerpo se moviese, Sofia con una leve presión introdujo el dedo en el culo del sumiso, entro con mucha facilidad y eso la hizo sonreír.
    
    - Ahora es cuando está a punto para follarlo, verdad cachorrito?
    
    - Si mi Señora Sofia, como usted decida.
    
    - Ya sé que será cuando yo decida perrito tonto, todo será cuando yo decida, ponte de rodillas y agradece la educación que te regalo.
    
    Pablo de cómo estaba apoyado a la mesa, se puso de rodillas en el suelo y desde ahí busco la mano de Sofia y la beso con la humildad y entrega de un buen sumiso, agradeciéndole todo lo que le daba, enseguida bajo a los pies de ella y los beso, los lamio y le mostró su deseo y pasión.
    
    Sofia estaba ...
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