La Herencia (cap.3) - Relatos Eróticos

La Herencia (cap.3)

... realmente orgullosa de lo conseguido y de cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, estaba excitada, pero sobre todo muy satisfecha.

Ella estaba en pie y el en sus pies adorándolos.

- Ven aquí cachorrito, le dijo ella cogiéndole la cabeza y poniéndole su cara pegada a su braga.

Imprégnate de este aroma porque a partir de ahora tiene que ser tu deseo más preciado, debes aprenderlo y solo sentirlo debes desearlo, excitarte y disfrutarlo.

Pablo con la cara pegada a la braga de su deseada nueva Ama y su nariz rozando aquella humedad cerraba los ojos y trataba de aspirar para guardar ese aroma que tanto le excitaba en su mente, Sofia no le permitió que sacara su lengua, él lo estaba deseando, pero obedecía a lo que indicaba sin pensar en sus propios deseos, sin pensar en nada más.

Ella lo tuvo así un rato, él estaba en la gloria hasta que le cogió de una oreja y le separo la cara de su braga.

- Bueno cachorrito y hay alguna otra cosa que debas contarme?

- No mi Señora Sofia, creo que el único fallo que he cometido ha sido no contarle lo que hice con su braga y con su arnés, es lo único que debía de confesarle.

Bueno, también guarde sus zapatos y unas sandalias que dejo fuera del armario, hice con ellas lo que me enseño mi Ama Cristina, las lamí para limpiarlas antes de guardarlas y bueno también ahí me excite con su olor, el aroma de sus pies Doña Sofia, supongo que estoy bastante sensible, si no es de su agrado mi comportamiento le ruego por favor que me perdone.

Y acabo de recordar Señora Sofia, que cuando guarde los zapatos encontré el sujetador que usted llevaba, estaba allí en el armario encima de otras prendas y antes de llevármelo a lavar, también trate de buscar en él sus aromas y también me excite al hacerlo.

Discúlpeme por favor, se lo ruego, si he sido demasiado impetuoso.

- En el sujetador poco de mi olor encontrarías perrito.

- Si que algo había Doña Sofia, en la parte de su axila, que por cierto es un aroma muy embriagador y fantástico.

- Vaya con el cachorro, eres más pervertido de lo que imaginaba, Cristina ha hecho un excelente trabajo, tienes el deseo y la actitud muy vivas y eso me gusta, tan solo hay que pulirte, ahora entiendo lo que me decía mi hija sobre tu potencial.

Me gusta que seas así cachorrito, me gusta que como un buen perro busques mis olores, mis aromas, mis sabores y te excites con todo ello, eso es lo que deseo en ti, sentir ese deseo por mí y solo por mí, pero no me gusta que me ocultes cosas, no me gusta que me escondas esas sensaciones, espero de ti además de tu sinceridad, el que seas siempre muy cómplice, muy franco y honesto conmigo, que me cuentes y me confieses todo lo que te sucede física y mentalmente.

En ese momento Sofia le cogió la cara y así como estaba de rodillas se la puso a la altura que ella deseaba para a darle unos bofetones y aplicarle unas hostias de castigo, con un dedo bajo su barbilla la puso en el ángulo deseado y le dijo muy seria que ...