1. Consecuencia


    Fecha: 23/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Liz, Fuente: TodoRelatos

    ... interior creciendo ante su indefensión.
    
    Descendí sobre él, hasta que mis caderas rozaron con las suyas, y sentí cómo dejaba salir el aire de sus pulmones. Mi sexo rozó contra el suyo sobre sus pantalones, y por un momento cerré los ojos para disfrutar del palpitar de su pecho contra mi piel. Y entonces, abrí los ojos, alcé una de mis manos, y le abofeteé.
    
    Él abrió los ojos con incredulidad, mientras mi golpe le giraba la cabeza. Sus labios temblaron, y por un momento sentí la intensa necesidad de besarle, de morder la dulce carne de su boca, pero me contuve. Era demasiado pronto. No lo deseaba lo suficiente.
    
    - Fui muy clara con mis reglas – Susurré – Las rompiste. Ahora, puedes escoger.
    
    Con cuidado, me levanté. Llevé las menos a mi cintura, y desabroché mis pantalones con cuidado. Ante su mirada expectante, me deshice de ellos. Bajo la tela de cuero, la ropa interior de encaje negro que portaba contrastaba con el pálido tono de mis piernas, una clara humedad asomaba entre mis piernas, fruto del encuentro que acaba de suceder.
    
    Ante su mirada expectante, me senté en uno de los reposabrazos de sofá, portando ahora solamente una escueta camiseta de tirantes negra como única prenda, mi ropa interior, y los tacones que había portado para la noche. El tacón de aguja susurró cuando uno de mis pies se posó sobre la superficie del sofá, abriéndome de piernas en dirección a él. En la otra punta del sofá de dos plazas, Oliver me observaba con nerviosismo, su obvia erección luchando contra la tela de sus vaqueros. Era obvio que deseaba tocarme, lo deseaba con todas sus fuerzas. Y sin embargo esperó, sin atreverse a moverse, temblando visiblemente.
    
    Lentamente, una de mis manos comenzó a deslizarse sobre la tela de mi ropa interior. Me acaricié con cuidado muy lentamente, mi mirada muy fija en la de él, disfrutando del tacto de la liviana tela. Y luego, deslicé la mano bajo mis bragas, comenzando a tocarme ante sus ojos.
    
    Mis dedos se deslizaban lentamente sobre mi sexo, acariciando mi carne con suavidad. Cerré los ojos por un momento y gemí en voz alta, apreté un poco más, y mis muslos se cerraron un poco involuntariamente. Mi mano libre se dirigió a mi pecho, apartando con cuidado la tela negra, y pellizqué mis pezones, abriendo los ojos para mirarle de nuevo. Sus manos se habían movido, y comenzaban a acariciar la incipiente forma de su sexo.
    
    Negué con la cabeza, y él se mordió el labio, una expresión de desesperación comenzando a asomar en su rostro. Apartó la mano. Me toqué un poco más fuerte, deslizando dos dedos en mi interior, y aparté la tela para que comprobarse lo que estaba haciendo. Él gimió, entrecerrando los labios, su mirada tatuada en mí. Su lenguaje corporal denotaba la necesidad que le invadía, pero se mantuvo inmóvil. Yo cerré un momento los ojos, presionando mi mano contra mi clítoris mientras hundía los dedos en mí, y entonces los saqué lentamente.
    
    Extendí mi mano hasta dejarla delante de su rostro, y sonreí.
    
    - ...
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