1. De nuevo el amor (Coque) (capítulo quince)


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... gustaba ver sus ojos bajo aquellas pestañas tan largas y su boca bajo el bigotico sensual que tenía.
    
    - ¡Papi!, ¿me dejas que te mamé la pinga?
    
    - Ya sabes que es tuya, toda tuya… todita para ti…
    
    Me lo dijo con cariño, agarrando mi cara y besándome. Yo abrí la portañuela y saqué aquel pingón que tanto me gustaba. La besé, la roce con mis labios y mi bigote, empecé a chupar la cabeza de su pinga, él me miraba y yo lo miraba.
    
    - ¡Si... si quieres vamos y singamos en la casa! – me dijo jadeando.
    
    - No, papo, no…quiero mamarte la pinga aquí en el parque, en medio del pueblo…
    
    - Eso me gusta de ti…, eres un loco a pinga…, es tuya… sácame la leche, mami… sácamela.
    
    Seguí yo mamando su pinga, haciéndole sentir todo el goce del mundo, a veces se le escapaba algún gemido, me acariciaba la cabeza diciendo “así, mami, así”, “qué rico mamas”. Así estuvimos hasta que se vino en mi boca, yo aproveché para tragarme todo el semen y dejarle limpia, bien limpia la pinga. Sentí que eso le gustaba, que le llenaba de orgullo.
    
    - Eres el mejor mamando…, uf, ¡qué mamada! Y te has tragado toda la leche sin decir nada…, glotón. - me besó - Me gusta ese olor a leche mía que tienes, me vas a volver loco, me has embrujado…
    
    - Papo, tu leche no se debe desperdiciar más… ya sabes, o en mi culo o en mi boca.- sabía el efecto de mis palabras. Me besó con arrebato.
    
    - ¡Es tuya, mami, es tuya toda!- y agregó después del beso- no sabes lo que me gusta que mi gente sea así, un poseso a mi pinga, a mi leche… ¿sabes? Me han dicho que tú has cogido mucha pinga y que tenías el culo descocido, pero son chismes, yo mismo te he singado y me encanta tu culito, pero conmigo vas a tener la pinga que te gusta.
    
    Yo volví a lamer la cabeza de la pinga que había dejado asomar unas gotas de semen. Coque se sentía orgulloso, más macho que nadie.
    
    - ¡Mami, vamos pa´la casa que quiero singarte ahora! - nos levantamos y me agarró las nalgas- ahora le toca a ese culito tener su lechita.
    
    Llegamos a la casa, cuando caímos en la cama desnudos y abrazados éramos muy felices. Yo me puse boca abajo mientras él ponía un cojín debajo de mí para que mi culo quedara alto. Empezó a untar crema en mi culo, sentí el frío y el olor de una crema conocida.
    
    - ¿Eso es lidocaína? - le pregunté con rareza.
    
    - ¡Sí, mami… hoy quiero darte pinga bastante tiempo, primero que ya me vine y segundo que quiero gozar bien.
    
    Sabía lo que aquello significaba porque lo había hecho con ese analgésico, no se sentía nada y se podía singar mucho.
    
    - ¿La has usado antes?- me preguntó mientras ponía su pinga en mi culo.
    
    - ¡Sí!
    
    - ¡Ah, me han dicho que la gente la usa en los bailes de perchero para que al pasivo no le partan el culo!
    
    - Papo, a mí me gusta sentir…
    
    - Ya vas a sentir mañana cuando se te pase la crema… - metió la pinga despacio hasta atrás. La sentí a pesar de la crema y sus efectos, sentí que me metía algo duro y grande: la pinga de mi negro. Rápido empezó a moverse, a singarme, ...
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