1. Keya La granja de Silvia. Cap.17


    Fecha: 28/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JorgeDom, Fuente: TodoRelatos

    ... ofrecerles asiento y algo de tomar. Tanto Jorge como Tomy se sentaron a disfrutar del refrigerio, pero no así Keya, quien se quedó parada al lado de su dueño, ya que para ella no hubo ni asiento ni refrigerio.
    
    Al rato de estar esperando, Keya ve por primera vez en su vida, a una mujer desnuda enganchada a un carro y conducida por otra mujer, la cual estaba cómodamente sentada sobre el mismo. La mujer aparca el carro delante de la casa, donde estaban las visitas y se baja, con una gran sonrisa en su rostro.
    
    - ¡Así que los primos finalmente decidieron visitar a su amiga! ¡Tanto tiempo sin verlos! ¡Ya los estaba extrañando! Ja ja.
    
    Keya entendió que esa mujer imponente era Silvia. Calculaba que contaría con 50 años vividos, y aun así su cuerpo lucia atlético y esbelto. Tenía un pantalón de montar, con unas botas afines y una camisa blanca entallada. No pudo evitar imaginarse como luciría esa mujer con 30 años menos, cuando era la yegua del padre de Jorge.
    
    - Como estas Silvi. Sí. La verdad que te debíamos una visita, lo que pasa es que el hotel es una obligación constante, pero bueno, aquí estamos. Además te trajimos una potranquita para que la termines de educar.
    
    Recién el ese momento Silvia se dignó a mirar a Keya, y automáticamente su mirada cambio. No fue que dejara de sonreír, ni nada parecido, pero Keya sintió que la estaba radiografiando completa. Por algún motivo, esa mirada tan intensa hizo que se pusiera colorada.
    
    - Es vergonzosa todavía - le comento Silvia a su dueño.
    
    - Si Silvi. Nunca la sacamos del hotel. No para estas cosas…
    
    - Espérenme un rato chicos, que voy a soltar a Truena, así descansa un poco. Hoy la tuve trotando desde tempranito.
    
    Truena era la yegua de Silvia y era realmente espectacular. Su desnudez revelaba un cuerpo sin un gramo de grasa, con un culo redondo, y unas piernas donde se definía cada musculo. El vientre era una tabla de lavar, y la espalda si bien no era ancha, tenía unos músculos también muy marcados y profundos. Truena aun respiraba agitadamente, dando cuenta de lo intenso que había sido el paseo, y sus pechos, más pequeños que los de Keya, subían y bajaban.
    
    Silvia le saco el bocado, y le dio un terrón de azúcar como recompensa, luego empezó a desensillarla, combinando caricias y palabras dulces. Luego antes de liberarla, tomo una botella de bebida energética y se la dio de tomar en la boca. Truena, como buena yegua, se dejaba hacer y recibía lo que su dueña estaba dispuesta a darle.
    
    Una vez desenganchada del carro, la yegua se puso en cuatro patas para poder descansar, pero su dueña, agarrándola de la coleta que tenía, la llevo hasta donde estaban los invitados.
    
    - Miren lo que es este animal. La tengo trotando desde temprano, y galopo bastante, miren lo que son estas patas, casi parece una yegua de tiro. – Silvia hizo parar a Truena, y la yegua sacaba el culo impúdicamente y lucia, por toda vestimenta, una cola equina que realzaba aún más su belleza.
    
    Los primos no ...
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