1. Mi prima Valeria (Parte II)


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Incesto Autor: MiSeudonimo, Fuente: CuentoRelatos

    No me quedó otra opción más que meterme dentro de la pileta. Quisiera o no mi cuerpo estaba reaccionando al ver a mi prima con ese bikini puesto. No es que tuviera la pija totalmente erecta ni cerca de eso, pero sentí como empezó a reaccionar, la sentía apretada entre la tela y mi pierna.
    
    Mientras Vale se iba metiendo en la pileta desde las escaleras en la parte menos profunda, los comentarios por su traje de baño no se hicieron esperar. Desde críticas de mis tías para que se cubriera un poco, hasta gritos de su hermana diciéndoles que se callen y mencionando lo bien que le quedaba y lo “potra” que estaba.
    
    Mis primos se limitaron a reírse del intercambio. Creo que sabían tan bien como yo que cualquier comentario que hiciéramos iba a sonar raro e íbamos a quedar como unos pajeros. Después de todo era nuestra prima casi 10 años menor.
    
    Vale se acercó hasta la parte de la pileta donde estábamos nosotros y se apoyó contra el borde justo al lado mío. Enseguida se acomodó y puso un codo sobre el borde y el otro sobre mi hombro. En cuanto hizo esto la miré, supongo que con la mayor cara de idiota que podía lograr, al menos eso interpreto por su reacción:
    
    -Qué? Pasó algo? -Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Que linda era cuando sonreía, que bien le quedaba el pelo atado, cómo resaltaba ese cuello largo y tentador.
    
    -No, nada. Me quedé colgado pensando en otra cosa -dije mientras desviaba la mirada y trataba con todas mis fuerzas de no mirar debajo de línea de su cara. Y mientras hacía un esfuerzo por volver a prestar atención a la conversación de mis primos, ella se acercó a un centímetro de mi oreja izquierda.
    
    -Podes mirar tranquilo si querés. Yo ya te vi a vos, lo justo es justo -me dijo casi susurrando.
    
    Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo cuando la sentí pronunciar esas palabras pegada a mi oído. Me di vuelta despacio para mirarla mientras volvía a apoyarse en el borde de la pileta, de nuevo con esa sonrisa tan traviesa como encantadora. Solo quedaba afuera del agua todo lo que estaba por encima de la mitad de su corpiño. Y si bien no tenía un pecho voluptuoso y llamativo como su hermana, se marcaba lo suficiente en el corpiño del bikini como para desviar cualquier mirada. Firme, con una curvatura que se dejaba espiar por los costados y con una leve elevación en el centro, que dejaba adivinar sus pezones a través de la tela de tal forma, que la tentación de acariciarlo era casi irresistible. Se me hace agua la boca de solo recordar ese momento. Estoy seguro que el rápido segundo que me tomé para admirar esos detalles no pasó desapercibido por mi prima, que seguía mirándome a los ojos sonriendo divertida.
    
    La verdad no sabía cómo reaccionar a todo esto. Estaba nervioso, ya no era parte de mi imaginación, esto ya no era un intercambio típico entre primos.
    
    A la vez mi cabeza me decía que no, que eran ideas mías, que no podía ser que mi prima, mi hermosa, dulce y veinteañera prima se me estuviera insinuando. Seguro solo ...
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