El Advenimiento Parte 2. Capítulo 1 - Relatos Eróticos

El Advenimiento Parte 2. Capítulo 1

... molesto. Asqueado.

—¿No quieres tener una buena abogada que trabaje en tu caso?

—No creo que esto se solucione con abogados. —vuelvo a agachar la cabeza, volviendo a mi libreta, intentando escribir algo.

—Hijo. —noto su mano en mi hombro. —¿no confías en mi como profesional? ¿Para qué crees que estamos?

—Mamá, no es que no confíe en ti como profesional. —digo sin mirarla —Eres una abogada muy buena. Lo sé. Quizá la mejor, pero esto no es algo que se solucione así. Roberto va a continuar. Eso seguro.

—¿Ah no? ¿Y cómo se soluciona?

—No lo se… Voy a tener que darle todo lo que me pida.

—Yo sí que sé como se soluciona.

—¿Ah si? ¿Cómo según tú?

—Una abogada nunca explica a su cliente como solucionar un problema. No antes de que la contrate. Tú contrátame y veremos que hacer con ese tal Roberto.

No me queda otra que sonreír. Me sorprende esa seguridad en ella misma. Parece que lo está haciendo para sacarme una sonrisa.

—Si te dijese como lo hago, no habría negocio. —dice sonriendo, con complicidad. —Contrátame.

Yo me quedo mirándola.

—Vale… Está bien. Te contrato.

Nos miramos por un momento de nuevo.

—A ver como lo vas a hacer…

—Se llama Roberto, ¿no?

—Sí.

—¿Y cuál es su teléfono?

—No lo tengo. —miento. —¿Cómo voy a tener el número de esa persona? Además, te voy a ser sincero mamá; Tampoco te lo daría si lo tuviera.

—¿Por qué? Ahora soy tu abogada. Me has contratado. El cliente debe confiar en mí.

—Mamá, déjalo. No quiero seguir hablando del tema. —digo intentando salir de ahí.

—Si tengo que hacer una investigación para saberlo, te saldrá muy caro…

Su mirada y la mía se cruzan por un momento y noto el doble sentido con el que me dice la ultima frase. Sé que lo dice de manera conciliadora, quiere que confíe en ella.

—No tengo mucho dinero… —digo siguiéndole el rollo.

—Pues entonces pagarás con trabajo y te llevará más trabajo que volver a hacer estos apuntes…

—Venga mama, ahora enserio. Como alguien se entere, se reirán todo de mí…

—Nadie se va a reír de ti. Y mucho menos ese mono.

—¿Pero qué pasará si él se entera que he contratado a mi propia madre como abogada?

—¿Tú madre? Él nunca sabrá que soy tu madre.

—Él no va a saber quien soy. Nunca me verá y si tengo que verlo, estará tan asustado que no dirá nada a nadie. Te lo aseguro.

—Pero… —digo inseguro.

—Tú no tienes ni idea de cómo trabajo. No tienes confianza en mi. —dice ella intentando terminar de convencerme. —Te he dicho que no sabrá quién le llama.

—Sí que confío en ti mama… —digo apocado.

—No, no confías. Pensaba que sí, pero no.

—Mamá… pe-pero no te enfades…

—He querido ayudarte y sé como hacerlo, pero tú desconfías de mi. No me enfado… Me decepcionas, solo eso.. No me pensaba esto…

—Mama por favor… No me digas eso…

—¿Pues qué quieres que te diga? —me contesta mientras ella se incorpora de al lado mío, mientras yo me quedo callado sin saber qué responderle. —No sé ni por qué me ...