1. Sobrino en casa [Cap. 2]


    Fecha: 21/09/2019, Categorías: Incesto Autor: allin, Fuente: TodoRelatos

    ... por el camino. Comencé a moverme de tal modo que parecía que estuviera posando ante un fotógrafo que me pedía fotos sin cesar: de perfil poniendo una rodilla sobre el sillón, de frente moviendo en círculos el sobrante de los cordones de la prenda inferior, e incluso mordí la uña de mi dedo índice simulando ser una chica mala.
    
    —¿Eso sigue siendo natural? —dije tras ver el exagerado bulto que tenía en la entrepierna mientras me reía a carcajadas tratando de quitar hierro al asunto.
    
    —Esto sí que no me lo esperaba. ¡Eres alucinante!
    
    —Pues aquí se termina el show. Me voy a leer un rato. ¿Tú te vas a bañar?
    
    —Sí. ¿No quieres acompañarme?
    
    —Más tarde tal vez.
    
    Con la satisfacción que produce lograr un propósito, me dirigí al dormitorio. Tras leer un par de capítulos, y en cuanto percibí que el invitado ya no se encontraba en la piscina, el aburrimiento me llevó a la cocina y un vaso de agua iba a ser la excusa para averiguar el pasatiempo con el que se entretenía mi joven acompañante. A este, lo encontré en el lugar al que me dirigí, realizando la misma acción que me proponía.
    
    —¿Ya te has cansado de la piscina?
    
    —Ahora vuelvo, aunque me acabaré cansando en poco rato.
    
    —Vaya, lamento oír que te aburres.
    
    —No me aburro, pero con compañía sería más divertido.
    
    —Si te refieres a la mía, tendrá que esperar a mañana, se ha hecho algo tarde. Pero oye, se me ocurre algo que si podríamos hacer juntos.
    
    —Soy todo oídos.
    
    —¿Te parece si, después de la cena, vemos juntos esa serie de dibujos?
    
    —Pues suena genial. Así tendré a alguien con quien comentarla y hacer especulaciones.
    
    —Pues no se hable más.
    
    No me apasionaba la idea, pero quería ser una buena anfitriona y no me iba a morir por darle una oportunidad. Gus llegó al atardecer y durante la cena accedió a acompañarnos en la sesión acordada con nuestro sobrino.
    
    Mi marido se puso cómodo en el amplio sillón y, ligeramente atrasados respecto a su posición, Lucas y yo nos acomodamos en el amplio sofá.
    
    —¡Guau! Un poco gore, ¿no? —opiné tras finalizar el primer episodio.
    
    —Pero, ¿te ha gustado?
    
    —Bueno, digamos que necesito ver otro episodio para poder responderte.
    
    —Pues que no se diga, marchando.
    
    —Pues con vuestro permiso, yo me voy arriba a descansar, que estoy molido. —Gustavo se despidió de mí con un beso en los labios antes de dejarnos a solas.
    
    En el ecuador del segundo episodio, el cuerpo me pedía cambiar de postura con tal de ponerme más cómoda. Lucas estaba sentado a mi lado, con las plantas de los pies pegadas, y aproveché el amplio espacio que había entre sus piernas para apoyar mi pie en el centro. Mi muslo quedó a escasos centímetros de su tronco y Lucas, al cabo de unos minutos, decidió enlazar sus manos por debajo de mi extremidad provocando que esta quedara rodeada por sus brazos.
    
    Despacio, y de manera sutil y suave, con un dedo inició unas caricias que se deslizaban por el centro de mi muslo. Su atrevimiento me hizo gracia, pero la sorprendente ...