Sobrino en casa [Cap. 2] - Relatos Eróticos

Sobrino en casa [Cap. 2]

... apostar dinero?

—No. Quiero apostar algo para hacerlo más interesante, o al menos para que el perdedor no se vaya de rositas.

—Mmm... Vale. Pues yo ya sé lo que quiero.

—¿Ah sí? Joder, no te lo has tenido que pensar mucho. ¿Qué quieres apostar?

—Si gano yo, te bañas con uno de mis bañadores.

—¿Quieres que me travista?

—¡Por supuesto! Estarías tan mono...

—Bueno, mientras solo me veas tú y no haya fotos de por medio... aunque tengo claro que no voy a perder. Eres malísima y lo que te está salvando hasta ahora es la flor que tienes en el culo.

—Ya, lo que tú digas... ¿Y has pensado lo que ganas si yo pierdo?

—Pues sí. Ayer me dijiste que no todos tus bañadores son de abuela, así que, si gano, quiero que me hagas un desfile luciendo tus bikinis.

—Tengo muchísimos bikinis. Te muestro tres conjuntos y ya.

—Cinco y a mi elección.

—Tres y solo uno a tu elección.

—Compro. ¿Jugamos? El que consiga cinco victorias gana, ¿va bien?

—Baraja.

La verdad es que hice buen negocio con la apuesta. Él tenía mucho más que perder y estaba deseando echarme unas risas a su costa. Además, en caso de ser vencida, no era ninguna humillación mostrarme tal y como me vería cualquier día en la piscina.

De nuevo las victorias se repartieron a partes iguales hasta empatar a tres, pero en la siguiente partida decantó el marcador a su favor metiéndome así la presión que genera tener dos match ball en tu contra. En la octava partida traté de concentrarme todo lo que pude, pero de nada sirvió. Lucas salió victorioso con dos manos de ventaja.

—Bueno, pues enhorabuena. Un día de estos te enseño los tres modelitos.

—¿Un día de estos? ¿Por qué no ahora?

—¿Ahora? Bueno, está bien. Espérame aquí que ahora bajo.

Si Lucas esperaba encontrarse algo sugerente o subido de tono, se iba a llevar un chasco. Mi primera elección fue un bikini verde de lo más normalito, sin mostrar demasiado gracias a una pieza superior tipo bandeau. Eso sí, contemplaría por primera vez mi plano y seductor abdomen al desnudo.

—Guau, ni tan mal. Mucho mejor que el de ayer, donde va a parar. —dijo él, sentado cómodamente con los brazos estirados sobre el cabezal del sofá.

—Pues vamos con el siguiente. —me alejé, dándole la espalda, suponiendo que no desviaría la vista de mi trasero y su firmeza.

Me animé un poco más con la segunda elección al escoger un bikini rojo, amplio en la zona inferior, aunque con cierto toque sensual al formar una ligera uve. En la zona superior me puse un top tipo triángulo que mostraba un generoso escote.

—Joder, esto se va animando. Menudo cuerpazo, y menudas tetas.

—No te pases, que soy tu tía. —me mostré en desacuerdo para disimular que sus halagos eran bien recibidos.

—Tía política, y eso no quita que pueda dar mi opinión.

—Bueno, sube que te enseño lo que queda para que elijas uno y podamos ponerle fin a todo esto.

—No será necesario. Espera aquí.

—¿Cómo? No te entiendo.

—Espera ahí. —dijo ...