Fetiche de guantes, correazos y humillación - Relatos Eróticos

Fetiche de guantes, correazos y humillación

... un café y un bollo que había encontrado, cuando escuché como mi tía me llamaba desde la otra punta de la casa. No tenía ninguna intención en acudir, no me interesaba lo que quisiera, pero finalmente mi curiosidad hizo que acudiese a su encuentro. Mi tía me llamó desde su habitación, estaba sentada sobre su cama con un vestido que utilizaba habitualmente en casa de forma informal, hasta las rodillas y sin mangas dejando sus carnosos brazos al descubierto. . Me ordenó que pasará al interior, al pasar al interior de su habitación, ella se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta. Cerró la puerta y apoyó su espalda y cuerpo sobre ella obstaculizando la salida. Quedamos ambos encerrados en su habitación, ella mirándome fijamente con su espalda apoyada en la puerta cerrada. Estaba realmente seria.

Sin mediar palabra, metió una mano en el bolsillo de su enorme bata anudada a su cuerpo y sacó un par de guantes de goma o caucho largos de los de fregar. Comenzó a enfundárselos en sus manos. La escena me recordó a alguna película de terror donde la malvada se ajusta sus guantes, en este caso era mi tía la malvada. Aquella escena me puso nervioso. Mi tía bloqueaba la puerta apoyada con su enorme peso mientras se enfundaba los guantes de goma largos en sus manos. La goma rechinaba y me producía nerviosismo, ¿Que pretendía? La escena continuaba, la goma entraba lentamente en sus manos, tal como os comenté mi tía tiene un cuerpo bastante voluptuoso y sus brazos no son menos, unos brazos carnosos y grandes, los guantes entraban despacio oprimiendo con fuerza. La quedaban muy ajustados.

Terminó de ajustarse los guantes y debido a mi temor decidí abandonar la habitación. Di un paso adelante, traté de apartarla de la puerta tocándola con mi mano y recibí un fuerte guantazo en la cara, estrelló sumano enguantada duramente en mi rostro con un gran fuerza.

PLAAAAAAAAAFFFFFFFFFFFFF resonó en toda la habitación al chocar la goma en mi cara.

-¡¡ No vas a ningún parte estúpido ¡¡ - Me recriminó furiosa con su mano enguantada de nuevo levantada. Mi rostro me ardía, la goma me dejó la cara ardiendo. No era un juego, me dejó bien claro con la dureza de su guantazo que no estaba bromeando. Me estuve quieto al ver la palma de su mano enguantada amenazante en el aire.

-¡¡ Túmbate en la cama bocabajo ahora mismo ¡¡ . me ordenó furiosa levantando la voz. Quedé petrificado por su dureza ¿qué ocurría? . Al quedarme quieto sin reaccionar recibí otra bofetada fuerte en mi cara. PLAAAAAAAAAAAAFFFFFFFFFFF. La goma de su guante volvió a chocar en mi rostro con tremenda fuerza. Mi tía tenía un brazo corpulento y carnoso, el guante la quedaba muy apretado a sus grasientos brazos y abofeteó con gran dureza. Mi cara quedó todavía mas doloridita de picor.

-¡¡Obedece ahora mismo o te rompo la cara a guantazos ¡¡ - Levantó de nuevo la voz hacia mí. Toda mi chulería, prepotencia y falta de modales quedaron reducidos a la nada. Estaba asustado por el comportamiento de mi ...