1. Destello en el cielo (Versión Extendida)


    Fecha: 16/07/2024, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dirigían ondulando a explorar el peludo perineo de Fausto. Y al momento en que encontraron su ano velludo de macho, lo invadieron al unísono; mientras que el otro par de delegados flagelos continuaban sin descanso su estrujamiento al escroto de ese semental, como si trataran de estimular y aumentar su producción de esperma.
    
    –¡Oh…maldición! ¡¿Y ahora que están haciéndome?! —Habló el hombrón, sintiendo como su miembro masculino estaba siendo ordeñado como nunca antes y su culo estaba siendo profanado de una manera que lo hacía sentir más placer.
    
    En cambio, Emerson no podía hablar. Tenía la boca llena hasta la garganta por ese viscoso tentáculo, que apenas y lograba respirar, balbuceando entre gemidos; al mismo tiempo que el otro rugoso falo extraterrestre le bombeaba el culo con un vigor y velocidad que sus entrañas virginales apenas y podían soportarlo. Y sin poder resistirse más, el chico comenzó a eyacular de manera involuntaria; alcanzando el orgasmo únicamente por la acción de aquellos apéndices fálicos que lo habían estado penetrando frenéticamente todo ese largo rato.
    
    Fausto logró presenciar la corrida de su hijo. Claramente vio como del colorado glande de su primogénito salían poderosos chorros de semen, uno tras del otro, los cuales se regaban por el aire; pero cuando el impulso inicial de la eyaculación acababa, éstos quedaban flotando lentamente por toda la recámara, cambiando de forma a medida se desplazaban sin gravedad, disipándose luego en pequeñas y cremosas gotitas blancas.
    
    Observar eso, sumado a las intensas e increíbles succiones que el tentáculo del tubo trasparente le estaba dando a su verga, sin mencionar que los tentaculillos que habían entrado por su esfínter ya habían alcanzado su próstata; hicieron que Fausto se corriera también. Con un profundo alarido, el rudo macho empezó a soltar toda su carga seminal; la cual era absorbida por el flagelo alienígena a medida que cada disparo de semen salía a presión de su glande, colectando así hasta la última gota de esa cuantiosa y asombrosa eyaculación por parte de ese macho.
    
    Entonces él sintió como los tentaculillos salían de su trasero; así como el otro par soltaba al fin sus ordeñadas bolas y el flagelo tubular también liberaba su verga, junto con los otros cuatro que lo habían mantenido apresado. Lo mismo pasó con Emerson, éste fue liberado por el par de prolongaciones fálicas de sus dos orificios e igualmente por el resto de los tentáculos.
    
    Como pudo Fausto se impulsó para alcanzar a su hijo y abrazarlo con sus musculosos brazos, estrechándolo una vez más contra su peludo pecho; ambos totalmente traspirados y con los miembros aún en erección, que cada uno podía sentir el del otro contra su pelvis.
    
    –¡¿Hijo, te encuentras bien?! —Preguntó el maduro macho, llevando sus dos ásperas manos al terso rostro de su vástago, sosteniéndolo entre ellas para poder verlo directo a los ojos.
    
    –Eh…sí… Creo que sí, papá. Al menos no siento que me hayan hecho daño.
    
    Su ...
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