1. Mentirosa compulsiva, entre otras cosas


    Fecha: 21/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... le puso el coño en la boca, le cogió la polla y se la mamó haciendo un 69.
    
    El cura sacó la lengua y dejó que Benedicta se diera placer moviendo el culo... Pasado un tiempo, al ver que se iba a correr si se seguía frotando en la lengua, puso su coño mojado sobre la polla, la clavó hasta el fondo y después folló a su primo con clavadas tan fuertes que mismo parecía que le quería romper la polla. El cura tenía poco aguante. No le duró ni cinco minutos. Al correrse puso sus manos en su gordo culo y empujó. Quería quitarse de encima a Benedicta, pero la muchacha ya se empezara a correr y jadeando cómo una perra, apretó aún más su culo contra él.
    
    Al acabar, le dijo el cura:
    
    -¡Puede que quedaras preñada, insensata!
    
    -Tranquilo, si eso pasara no le iba a decir a nadie que es tuyo.
    
    -Eso espero.
    
    Benedicta sacó la polla, se dio la vuelta y le puso el coño en la boca.
    
    -Toma, que sé que te gusta.
    
    El cura la cogió por la cintura, lamió el coño y se tragó su semen y los jugos de su prima, que le preguntó:
    
    -¿Cómo tiene la polla Pancho?
    
    -Larga y delgada.
    
    Pancho era un amigo mío, alto cómo un castillo y que aparentaba ser formal, aparentaba, ya que cuando los de la pandilla jugábamos en el monte a "me la chupas" él se iba y decía que no se la chupaba a nadie. El cabrón mentía bien, pues todos lo creíamos.
    
    El "me la chupas" consistía en hacer pajas en parejas, para lo cual se tiraba una moneda al aire y se pedía cara o cruz, las caras se las tiraban con las caras y las cruces con las cruces y al que se corría antes que el otro se la tenía que chupar la pareja que le tocara, y chupar hasta que se corría otra vez.
    
    Los nueve andábamos entre los dieciocho y los diecinueve años. Éramos, Pancho, moreno, muy alto, delgado y el más guapo de la pandilla. Cascorro, moreno, bajo de estatura, gordito y con cara de bonachón. El Tirillas, de estatura mediana, moreno, flaco cómo un fideo y difícil, de ver. El Miñoca, estatura mediana, moreno, fuerte, no muy difícil de ver y con la polla muy delgadita. El Llorón, medio rubio, fácil de ver y un cagado ante las peleas. Pampín, moreno, de estatura mediana, bastante agraciado y un busca pleitos. El Cañotas, moreno, de facciones duras y complexión, fuerte. Lucho, moreno, de estatura mediana, ni guapo ni feo y un poco chulo, y por ultimo yo, moreno, de estatura mediana, musculado y ni guapo ni feo ni todo lo contrario.
    
    Os pongo en situación. Pancho se había ido, los otros en medio de un pinar, de pie, con la polla fuera, la sacudíamos con los ojos cerrados y concentrados cada uno en una chavala, bueno, yo no, a mi siempre me gustó pensar en mujeres casadas. Dándole leña al mono, oímos decir a Pancho:
    
    -Mirad que os traigo.
    
    Abrimos los ojos y vimos que Pancho traía cogida por los pelos a una mujer y le tapaba la boca con la otra mano, era Benedicta, la prima del cura. Lucho, el mayor de la pandilla, le dijo a Pancho:
    
    -¡Qué haces, retrasado! ¡¡Te va a moler a palos la guardia civil!!
    
    -Os ...
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