La negra que la tenía como la lengua de aliens - Relatos Eróticos

La negra que la tenía como la lengua de aliens

... mi agujero y comenzó a acariciar mi culo con la punta de su pene sentí como hacia presión para que entrara la cabeza, pero se chispaba hacia arriba, y hacia abajo, me jalo de la cadera poniéndome de perrito, comenzó de nuevo a esforzarse, pero pasaba lo mismo, su tranca es descomunal, me aferro de la cadera clavándome las uñas, su alíen empezó a profanar primero mi ano, abriéndose paso por mi esfínter, comenzó a penetrarme lenta pero firmemente, yo sentí muchísimo dolor al sentir la invasión en mi recto, comencé a gritar él me dijo aguanta, ya casi mi cielo, yo trataba de mitigar mi dolor mordiendo la almohada, de repente sentí que algo en mi de despedazaba, viendo todo obscuro y estrellas brillantes

¿Te duele mucho mi amor? ¿Quieres que te la saque?

Sintiendo sus bolas en mis nalgas y mordiendo la almohada le respondí nooo, sigue cogiéndome y sin más comenzó a cogerme salvajemente, mi negra gemía, gritaba histérica cogiéndome el culo de manera brutal, yo continúe gimiendo el dolor se convirtió en placer, luego sentí un escalofrió que invadió todo mi cuerpo, explote en un fuerte orgasmo, y ella empezó a eyacular sintiendo como su leche llegaba al interior de mis intestinos, sentía como sus chorros llegaban y su verga escupía hasta la última gota, se recostó en mi espalda, me beso la mejilla y me dijo ¡que culo tan rico me encantas!!!

Desperté casi al amanecer, me dolía todo el cuerpo, vi a mi negra acostada boca arriba, admire esa verga en su estado de flacidez, me acomode entre sus piernas, mi boca succiono uno de sus testículos con fuerza, ella despertó respingando, le mamaba al testículo que tenía en la boca, con una mano le masajeaba el otro, con la otra le masturbaba la verga que ya estaba firme, mi lengua trataba de enrollarse en su cabeza, mis dientes rozaban ese enorme glande estuvimos así como unos veinte minutos, pude ver por la expresión de su rosto que estaba a punto de eyacular así que puse mis labios en su cabeza para no desperdiciar lo que brotaría, un chorro, dos, tres, perdí la cuenta, fue imposible degustar todo lo que me brindo ese volcán haciendo erupción, pero pude saborear su exquisito semen, ligeramente salado.

Ella me abrió las piernas, dijo que no sabía cómo mamarla porque sería la primera panocha que comería y empezó a mamármela, pero su lengua entrenada en mamar vergas me penetraba como un tentáculo y al poco tiempo le bañe la cara en una explosión femenina, nos bañamos y salimos a desayunar, entre el desayuno le dije que no había tenido ganancias esa noche, contestándome al contrario, primera vez que descremaba, tanto en una concha y en un culo, se fue a la barra, vi que metía su tarjeta en una terminal, cuando regreso terminamos de desayunar y salimos a la calle, ella paro un taxi diciéndome que yo lo abordara, y antes de irme me despidió de beso depositando algo en mis manos, luego pensé que era dinero y le dije “ya te había dicho que yo no trabajo de esto” y ella puso uno de sus dedos en mis labios ...