1. La negra que la tenía como la lengua de aliens


    Fecha: 14/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: pantera sensual, Fuente: TodoRelatos

    ... pasando por mi cuello, pegándose en mi boca como ventosa, sus pezones se pegaban con los míos, mis manos alanzaron su deliciosas nalgas, firmes, poderosas, sentía la cabeza de su verga intentando penetrarme, la sentía enorme, ella tomándome de los hombros empezó a empujar, mirándonos a los ojos, sentía su aliento bañando mi rostro, su verga me partía en dos, sentía como me estaba rellenando mi caverna, sus labios temblaban de deseo, su verga seguía penetrando, yo miraba puntos brillantes, el éxtasis era tal que ya no escuchaba la música del bar, solo el latir de nuestros corazones, la penetración se me hizo eterna, cuando mi cuello uterino por fin empezó a ceder ambas sentimos el éxtasis y la gloria
    
    Ella grito de gozo, yo la apretaba cada vez más fuerte entre mis muslos cruzándolos por detrás de su musculoso culo. Su polla fuerte y serena cada vez más dentro de mi cuerpo, cuando sus testículos pegaron en la entrada de mi vagina empezó el movimiento de su cadera, adelante, atrás, adelante, atrás, sentía duro el golpe de sus bolas, sus pechos, temblaban en cada embestida, toda ella se movía como queriendo entrar en mí, como si toda ella en mi interior tocara cada uno de los puntos sensibles, a pesar de que me sentía toda rellena quise mover en círculos la cadera, darle más satisfacción a mi nueva macha,
    
    Ella grito así pendeja, esto es la gloria, y en una embestida furiosa me empezó a llenar de leche, sentía como me llenaba con sus chorros de esperma, su semen caliente ardía en mis entrañas, mi sexo palpitaba y quemaba, su verga seguía dentro de mí, para nosotras se había acabado el mundo, solo notábamos nuestras respiraciones, no veíamos más que los ojos de la otra, acariciándome la cabeza me beso, saboreábamos nuestra saliva y sudor, así quedamos ambas dormidas
    
    Cuando desperté yo estaba acostada boca abajo, ella acariciándome la espalda, le sonreí y ella me sonrió, sus dedos bajaron del canas de mi columna a mis nalgas, “Que culo más bello tienes”, yo mimosa abrí un poco las piernas, con ambas manos abrió mis nalgas y con su lengua exploro mi ano, dándome un inmenso placer…
    
    -Te gusta mi amor.
    
    - ¡Siiiiiiii, me encanta!!!
    
    Siguió lamiéndome durante largo rato, sentí como intentaba introducir la punta de su lengua en mi culo, yo solo trataba de separar un poco mis las nalgas con mis manos para que su lengua entrara más profundo, con sus lamidas comencé a notar escurrir su saliva hasta mi vagina, de repente metió su dedo índice en mi ano, sentí una pequeña presión pero entró sin dificultad, comenzó a mover su dedo dentro de mí, lo sacaba y lo metía rítmicamente, de inmediato noté como metía dos dedos abriendo más mi culo, continuó con sus movimientos y giros, suaves y firmes, luego metió un tercer dedo, en ese punto sentí un suave dolor luego fue desapareciendo. Sus dedos masajeaban el interior de mi culo, y yo disfrutaba muchísimo.
    
    - ¿Quieres que te coja por el culo?
    
    - Yo le respondí ¡me vas a despedazar!
    
    Saco sus dedos de ...
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