La negra que la tenía como la lengua de aliens - Relatos Eróticos

La negra que la tenía como la lengua de aliens

Cuando una está en cierto tiempo de inactividad sexual una se está tranquila, realizando sus actividades cotidianas, pero cuando se ha estado en actividad el cuerpo como que se queda pidiendo más de lo que ha recibido, en una de tantas veces que me toco salir tarde del trabajo (11 de la noche) el Jefe de la escuadrilla me dio un raid al centro, pero por ir platicando cuando me di cuenta ya se estaba desviando el jefe para el libramiento norte, ya después me dijo que regresaría por la calle central y le dije que estaba bien, que caminaría para llegar al centro, que no se había desviado mucho

Caminando pensando en la inmortalidad del cangrejo cuando me di cuenta estaba enfrente de la libélula, recordando mis tiempos próximos pasados, me quede ahí parada, y de repente entre por el pasillo para entrar al bar, vi que todas las mesas estaban ocupadas y me dirigí a la barra, ya que habían bancas vacías y pues iba sola, pedí un jugo de naranja, y entre sorbo y sorbo me acorde de lo que había vivido en ese bar, recordé a la teniente del mi relato “Mi superior inmediato”, de cuando la capitana se hiso mi macha en el relato “Mi superior inmediato” y me obsequio su strap y su dildo, de lo más cercano que fue con la teniente y mi macha el “Dos machas y un bebe”, cuando sentí ya estaba restregando mis piernas, sentía un cosquilleo en la cucaracha

De repente una voz me saco de mis vapores eróticos, “¿hoy no vienes de cacería verdad?”, voltee y vi una bella aparición, la negra que había visto esporádicamente la vez que se supone sería una noche de trio sexual y fue una batalla campal, cabello lacio que le caía en cascada por su pecho, hasta debajo de su panocha, ojos rasgados azules, labios carnosos sensuales, cuello de cisne, unos pechos que parecían sandias, cubiertos por una blusa ombliguera, amplia de cadera enfundada en un pantalón de licra negro, tenía una bolsa cangurera enfrente de su sexo, me dio pena estar frente a ella, ya que estaba con mi traje de indigente, pantalón de mezclilla deslavado a la cadera, con rasgaduras en las rodillas, playera negra que aunque no era ombliguera dejaba ver mi ombligo, cabello recogido en una coleta de caballo y moño rojo

Me sentía embobada, y de repente para salir de ese trance le dije “¿de cacería?”, ella me dijo “aunque no vienes deslumbrando como la vez pasada sigues llamando la atención, venias echando tiros con un traje de Gatubela que robabas miradas”, de repente le dije “aaaaaaaaaaaaaah si, es que venía especial para la ocasión, ya que al otro día se irían mis acompañantes, y quería que se llevaran un buen recuerdo” se quedo viéndome, y me dijo “aunque vienes vestida así te vez muy hermosa” y me paso su dedo índice por el vientre bajando por mi ombligo, metiéndolo sacándolo como si con su dedo copulara mi ombligo, sentí que se me ponía la piel chinita

De repente me dijo “puedo invitarte una bebida”, voltee y mire a los alrededores, y le dije “a solo de que acá en la barra, porque se ve que no hay ...