1. Quiero hacer un gato (2/2)


    Fecha: 09/07/2024, Categorías: Intercambios Autor: Tita, Fuente: SexoSinTabues30

    ... volvimos a colgar del cuello de nuestros maridos hasta lograr cada una el orgasmo. Cuando nos dejaron sobre el sofá a una y en la alfombra a la otra, tomé a mi marido para obligarlo a hacer un 69. Adriana, de inmediato forzó a Eduardo para que hicieran la misma posición. Todos mamamos con deleite después de haber mezclado nuestros flujos y hubo más orgasmos hasta quedar agotados. Descansamos juntos cada quien con su cónyuge, hasta que ellos fueron a sacar una botella de champaña de la nevera, sirvieron las copas y nos las ofrecieron. Brindamos de pie y cada una tomó de la verga al hombre de la otra para llevarlo a sentarse en sus piernas. Al poco rato, cuando vaciamos la primera botella de champaña, Adriana propuso que jugáramos a la botella, “Obviamente no será de prendas, sino de preguntas. A quien le toque, preguntará a su cónyuge sobre lo que piense de alguno de los demás”. Nos sentamos en la alfombra, pero antes dijo, déjenme tomar la última gota y limpiar la botella. Se llevó la botella a la boca, sólo salió una gota, y después al vello de su vagina. Saúl le preguntó a Eduardo que vino deseaba tomar y nos lo sirvió a todos, en tanto que yo acerqué varios de los bocadillos que había preparado. Ahora sí, nos sentamos frente a frente los del mismo sexo y Adriana giró la botella, que al detenerse ¡me apuntó a mí! No me agarró de sorpresa, pues ya sabía que preguntaría a mi marido.
    
    —¿Qué te gusta más de Adriana? —le pregunté a Saúl de inmediato. Él, quien la tenía hacia su derecha, volteó a verla con cara de lujuria, se acercó a ella para darle un beso en la mejilla, al tiempo que le acariciaba la cintura bajando la mano hacia sus nalgas.
    
    —Que está muy buena, además que es muy culta e inteligente —contestó y le dio un apretón en la nalga. Eduardo sonrió y movió la cara afirmativamente. Saúl le soltó la nalga a Adriana y la nalgueó como despedida, dio vuelta a la botella que al detenerse apuntó hacia Adriana. Ella sonrió.
    
    —¿Qué te gusta más de Tita? —preguntó a Eduardo, quien antes de contestar extendió su mano derecha para darme un jalón suave el pezón y retorcerlo. No pude evitar tomar el pene de Saúl y jalarlo al ritmo de lo que sentía con lo que Eduardo me hacía a mí, mientras contestaba.
    
    —¡Sus tetas!, primero sus tetas, luego su cara y la forma en la que hace el amor… —dijo dándome jalones y apretones, los cuales transmitía yo a la verga de Saúl.
    
    Cuando Eduardo me soltó la chiche para girar la botella, Saúl exclamó con un sarcasmo imperceptible por los demás “A todos nos gusta por lo mismo, ¡chócala!” y se dieron un apretón de manos, pero yo sabía que quería decir “Qué obvio eres”. Me di cuenta que Adriana hizo una sonrisa forzada para aminorar la mueca que transparentaba sus celos y temí que este juego podría tomar un mal camino. La botella volvió a girar y le tocó a Eduardo interpelar a Adriana.
    
    —De lo que te ha hecho Saúl esta noche, ¿qué te ha gustado más? —preguntó para distraerla de los celos que él también ...
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