1. Quiero hacer un gato (2/2)


    Fecha: 09/07/2024, Categorías: Intercambios Autor: Tita, Fuente: SexoSinTabues30

    Quise corresponder con la amabilidad de Adriana y decidí hacer una cena muy especial: lo mejor de las recetas de mi padre y de mi suegra. Compré vinos suficientes, no sólo para el maridaje de la cena sino también para la noche de amor larga que esperaba. Le comenté a Saúl sobre una posición en la que estuviéramos los cuatro disfrutándonos mutuamente, bueno, cada uno con las dos y cada una con los dos, todos simultáneamente. “Quiero que hagamos un gato”, le dije. “¿Qué es eso?”, preguntó de inmediato.
    
    —El símbolo #, las líneas que pintamos para jugar “gato”, “tic-tac-toe”, tres en línea” o como le llames. Las barras seremos nosotros en sentidos contrarios, las mujeres paralelas, chiches hacia abajo y los hombres también paralelos, pero verga para arriba. Nosotras sobre el falo de uno, penetradas, claro, y con las chiches en la boca del otro. ¡Está para el circo!, ¿verdad?
    
    —Más que para circo, ¡mira! —me contestó de inmediato sacando de la bolsa de la camisa el cuadernito que siempre porta y con el bolígrafo dibujó rápidamente unas siluetas para que me diera cuenta que no sobresaldrían las cabezas, además de que los cuerpos paralelos estarían muy juntos.
    
    —¡Ah, no es «gato»!, pero parece… —dije.
    
    —¡Claro que lo intentaremos, puta! —me contestó Saúl dándome una suave mordida en el seno y metiendo su mano bajo mi falda.
    
    Cuando llegaron nuestros invitados, todo fue cordialidad. Adriana me dio un ramo de flores y colocó dos botellas de champaña en la nevera; Eduardo le dio un par de libros a Saúl, producto de las ediciones que patrocinó ese mes a nóveles escritores, con sendas dedicatorias de éstos; además de que todos colaboramos en llevar las cosas a la hora de la comida. Platicamos un poco. Saúl se interesó en el proyecto cultural de Eduardo, incluso lo felicitó por su trabajo. Bailamos un poco, comenzaron los besos. Me di cuenta que Saúl traía la verga bien parada, no sé si por verme en brazos de Eduardo o por los besos y toqueteos a los que le obligaba Adriana.
    
    Adriana comenzó a quitarle la ropa a Saúl y yo, al ver eso se la empecé a quitar a Eduardo. Una vez que los tuvimos encuerados, y con el pito goteando líquido preseminal, cual si fuese una coreografía ensayada fuimos con nuestros respectivos cónyuges para que nos desnudaran mientras nos movíamos al ritmo de la música. Siguieron las coincidencias coreográficas pues ambas les ofrecimos el pecho a nuestros maridos y después nos agachamos para mamarles la verga mientras les dábamos unos jalones al tronco para exprimirles más presemen. Al sentir el sabor en la boca, fuimos a besar al otro. Ellos sólo sonrieron pues recordaron haberse probado varias veces, uno al otro, en mi pepa. Bailamos un poco más, cuerpo a cuerpo hasta ensartarnos y ser cargadas. ¡Se vinieron de inmediato! Con mi boca, le limpié el falo a Eduardo. Adriana veía y me imitaba, intercambiamos miradas para intercambiar otra vez de pareja. Repetimos el beso, ahora con sabor a semen y se les volvió a parar, Nos ...
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