El regreso de Charly - Relatos Eróticos

El regreso de Charly

... Besaba la cabeza de su pito con suavidad. En un momento me lo metí todo en la boca y me agrado esa sensación de sentir su miembro completo. Por inercia empecé a mamar su Verga de arriba hacia abajo. Charly gemía por el placer qué estaba experimentando y yo se lo mamaba como loca. Mi boca succionaba como si fuera una experta.Tocaba sus testículos con mi mano, acariciaba su pelvis y el ombligo. Así fue por unos tres minutos cuando me dijo que estaba a punto de venirse. No me importó y sentí como una explosión de semen llego hasta mi garganta. Estuve a punto de vomitar por ese sabor a cloro y esa sensación pegajosa qué se siente en la boca. Aunque sentí asco y repulsión había algo dentro de mi qué me dejo llena de preguntas, quería saber que hay mas allá de ese momento.

Poco a poco me incorpore de esa posición para estar bien sentada junto a Charly.

Me regalo un par de servilletas de papel y me pude limpiar los labios qué aun tenían semen caliente.

Yo me quedé muy exitada pero el no quiso hacer nada por mi.

Así fueron tres días más, nos veíamos para cachondearnos y yo terminaba chupandole la Verga hasta que se venía en mis labios, en la misma banca, en el mismo lugar.

Veinte días después fue a despedirse de nosotros porque había decidido iniciar una carrera en La Policía Federal y se tenia que ausentar por meses.

Me sentí triste y con mucha nostalgia porque ya no sentiría su pitó en mi boca.

Mi vida siguió su rumbo y me case seis años después, me fue muy mal y me divorcie diez años después porque mi marido se estaba cogiendo a mi comadre, yo los vi en mi propia cama y no le perdoné esa acción. Aunque me rogó por varios años yo no cedí y se convenció qué fue el final de nuestro matrimonio.

Años después, con casi cuarenta años de edad, en la misma esquina en donde vi por primera vez una verga, sentí un toquesito en mi hombro y al voltear mi cara vi a Charly, con un poco de canas pero muy atractivo. Nos fundidos en un abrazo llenos de emociones.

-Qué gusto volver a verte, me dijo, estás muy hermosas. Te ves increíble.

-El gusto es mío, contesté, no sabia nada de ti. Han pasado muchos años.

Espero tener la oportunidad de platicar contigo.

Al igual que yo, él se había divorciado o separado de su esposa hacia un año.

Estaba allí porque su padre había dejado una pequeña herencia para él.

Me invitó a tomar una copa y yo ¡Claro que acepte! Quería saber que pasaba por su mente y también quería terminar lo que años atrás habíamos iniciado.

Nos pusimos de acuerdo y esa misma noche paso por mi a mi casa en su auto, venía muy bien arreglado y con un aroma a hombre interesante. Yo salí con una falda corta roja, zapatilla altas y perfectamente maquillada.

Platicamos cosas simples en el camino hasta que llegamos a un restaurante muy discreto, pidió una botella y una cena muy ligera.

Después de tres o cuatro tequilas se esfumaron los miedos y platicamos acerca de nuestras vidas. Yo divorciada por infidelidad y el ...