El regreso de Charly - Relatos Eróticos

El regreso de Charly

... mis erectos pesones. Sentía que lo que estaba sucediendo no era lo correcto pero no quería que se terminará ese momento. Él ya me tallaba con mucha fuerza, sus manos ya me habían quitado el sostén, mi blusa estaba ya desabrochada, mis senos estaban ya al aire libre y el los jugaba con mucha locura. Vimos qué se acercaba gente y me pidió que nos fuéramos de ese lugar.

Caminando y son decir palabra alguna llegamos a la esquina donde hay una escuela pero como ya era tarde se veía sola. Allí fue donde lo besé con mucha pasión. Jamás en mi vida había sentido un beso tan cachondo, el me pedía que me bajara el pantalón que llevaba puesto pero por mis nervios no podía bajarmelo. No sabia que pasaría pero deseaba qué algo nuevo pasara en mi aburrida vida.

Tomo mi mano derecha y me la acercó a su endurecida verga, por sentido común comencé a masturbarlo. Era la primera vez que tocaba un pito, era la primera vez que alguien me tocaba los senos, fue la primera vez que sentí el semen de un hombre en mis dedos. El se vino mucho y yo con mi falta de experiencia quería seguir con la masturbación. Aún no sabía que él ya había terminado y que tenía que darle un tiempo para que se recuperara de la eyaculación.

En verdad en esos tiempos era muy tonta para saber que las cosas eran diferentes.

Después de unos minutos me pidió disculpas, me prometió qué no volvería a pasar una situación así, yo en mis pensamientos pedía que se volviera a repetir, que en mi cuerpo había despertado algo nuevo y que me había encantado.

Nunca me pido que fuera su novia o algo por el estilo pero a mi no me importó en lo absoluto.

Al llegar a mi casa me sentía diferente y con ganas de volver a verlo.

Mis padres tardaron quince días en regresar de su viaje y dos días después me volvió a invitar a salir. Mi hermano me dió el permiso tan deseado y volvimos a salir. Ya no fuimos a cenar solo a esa esquina en donde lo exprimi por primera vez. Me pidió disculpas nuevamente y lo abrace con ternura, besé sus labios e inmediatamente empezó a tocarme los senos. Su promesa no duro mucho. Llevaba puesto un pants y yo una falda. Nos besamos y acariciamos. Saco su Verga muy rápido de esa ropa deportiva que llevaba puesta y pude apreciar qué la tenía bien parada. Besaba mis senos y los acariciaba con mucha ternura. Yo también lo disfrutaba al máximo porque estaba acariciando su verga y sus huevos.

Sobaba mis nalgas diciendo que eran perfectas y hermosas, sus dedos buscaban mi vagina caliente qué se escondía tras la tela de mi pataleta. El me preguntó

-¿Alguna vez has estado con un hombre?

-No, nunca. Le dije en voz baja.

Ese día no me penetró pero logro qué mis labios se acercaran a la cabeza de su miembro. Cuando lo estaba tocando yo no sabía que hacer, la noche no me permitía ver con claridad el tamaño de su pene pero a pesar de mi inexperiencia empecé a besar suavemente su falo duro y palpitante. Primero con besos suaves, tratando de que no pensara qué era una pendeja. ...