1. El Niño Que Conocí En El Parque


    Fecha: 04/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Sexo con Maduras Autor: Naty, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que él hiciera lo mismo conmigo. Le pregunté a Alancito si le gustaría eso y lo único que pudo hacer fue abrir y cerrar la boca como pez fuera del agua. Se quedó sin palabras jaja. Le pedí que se subiera a la cama entre mis piernas y le dije que le mostraría lo que quería que hiciera. Mientras se subía a la cama y se arrodillaba entre mis piernas abiertas, le pedí que me quitara la tanga y, con manitas temblorosas, agarró la cintura de mi tanga y lentamente la levantó de mi trasero y la bajó hasta mis piernas tal como lo hizo con mi falda.
    
    Ahora estaba completamente desnuda para este niño, y luego, lentamente bajé mis manos hacia las suyas, mis ojos se fijaron en los suyos, y lentamente bajé las yemas de sus deditos hasta mi abertura húmeda, acariciándome lentamente con sus deditos entre mis piernas. Cuando coloqué sus deditos en la reluciente hendidura rosada entre mis piernas, coloqué el pulgar y el índice de su manita izquierda a cada lado de mis suaves y brillantes labios vaginales y le pedí que los separara suavemente, revelando el tembloroso capullo rosado de mi pequeño clítoris palpitante ante sus ojitos. Su mirada estaba completamente fija en mi coño, y me sorprendió lo que hizo a despues. Con su dedito índice derecho, recorrió mi raja vaginal hasta que la punta de su dedito entró en contacto con mi clítoris. Lo pellizcó una vez, enviando instantáneamente vibraciones de placer por la parte interna de mis muslos desnudos. Luego su dedito índice bajó, se posó en los labios de mi coño y lo deslizó fácilmente dentro de mi pasaje hasta su nudillo, haciéndome gemir. Lo sacó de nuevo y lo deslizó dentro de nuevo, follándome el coño torpemente, su curiosidad me volvió loca mientras descubría lo que quería de él por sí solo.
    
    Cada vez más rápido, y más rápido, su dedito jodió mi coño mojado, y mientras rodaba y giraba mis caderas con deleite ante las sensaciones que abrasaban mi carne debido a sus manipulaciones, le hablé al peladito asombrado en voz baja y hipnótica que esto era lo que quería que hiciera con su vergita dura, lo que me estaba haciendo con su dedito. Tiré al jovencito hacia abajo sobre mi cuerpo y él se movió hacia arriba para que su carita estuviera contra la mía. Respondí derramando besos calientes y húmedos sobre sus labios, su garganta y su pecho. Lo tranquilicé y le dije que amaba su curiosidad y lo valiente y bueno que era conmigo, y que quería que hiciera lo que el quisiera. Respiré suavemente en su oído y mi lengua salió para bailar dentro de la pequeña grieta, corriendo a lo largo de su suave y juvenil oído interno. Luego, se movió suavemente hacia abajo y puso su rostro sobre mi pecho, y besó la suave y tersa piel en el valle entre mis senos, haciéndome gemir aún más. Mientras jugaba con mis pechos, mi mano buscó entre nuestros cuerpos y encontré la dureza caliente de su penecito de once años. Jadeó cuando las puntas de mis dedos se cerraron completamente alrededor de su pollita hinchada.
    
    Intentó tranquilizarse, ...
«12...678...14»