1. El Niño Que Conocí En El Parque


    Fecha: 04/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Sexo con Maduras Autor: Naty, Fuente: SexoSinTabues30

    ... viendo mientras se los masajeaba frente a sus ojitos, y lo único que pudo hacer este niño fue mover la cabezitaa de arriba a abajo. Sonreí y le hice un gesto con mi dedo índice y, cuando volvió a meterse entre mis piernas, le pedí que besara mis pechos. Se inclinó hacia adelante y comenzó a masajear mis senos mientras los besaba suavemente, alternando entre ellos cada minuto. Incliné la cabeza hacia atrás con placer y gemí suavemente por él, diciéndole que siguiera besándolos y masajeándolos.
    
    Podía sentir su erección frotando más rápido sobre mi estómago mientras besaba mis pechos, y eso me excitaba mucho. Estaba empezando a gemir un poco más fuerte en este punto, y cuando me incliné para ver lo que estaba haciendo, le levanté la barbilla y le pedí que chupara mis pezones como si chupara una paleta. Él entendió y comenzó a chupar mi pezón izquierdo mientras jugaba con mi pezón derecho con sus dedos derechos. Gemí un «sí» por él y le pedí que siguiera así y le dije que estaba siendo un buen niño conmigo. Me acerqué a mi tanga roja y comencé a acariciar suavemente los labios de mi coño a través de la tela mojada mientras lo observaba a el chupandome mis senos, alternando entre cada uno de ellos cada minuto. Continuó frotando su erección en mi estómago y pude escuchar su débil gemido con cada uno de sus roces, y me hizo sonreír al pensar que el se estaba masturbando usando mi cuerpo. Me incliné y le susurré al oído, preguntándole si le gustaba cómo su penecito frotaba mi estómago a lo que él gimió y dijo que sí y que se sentía mejor que usar su manita. Gemí y le pregunté si se iba a correr, a lo que él gimió y dijo que iba a suceder pronto.
    
    Volví a gemir en su oído y le susurré que iba a hacerle algo especial a su penecito y que se sentiría incluso mejor que frotarlo en mi estómago. Él sonrió mientras me miraba y con entusiasmo me preguntó qué iba a hacer por él, y le susurré para decirle que se sentara en el sofá y que lo sabría en unos segundos. Luego, mientras el se sentaba en el sofá, lentamente me levanté, y me arrodillé frente a él y coloqué mis dedos en la cintura de sus boxers. Se los bajé por sus delgadas piernitas y se los quité de los pies y lo arrojé encima del resto de nuestra ropa en el suelo. Su penecito estaba duro y listo, y la cabezita estaba cubierta con su líquido preseminal, y se veía tan delicioso, como una dulce paleta de cereza hecha solo para mí. Coloqué mi pulgar y índice en la base de su penecito, y tan pronto como sintió que lo tocaba, jadeó de emoción y le susurré para preguntarle si estaba listo, a lo que él dijo que sí. Gemí y le susurré que le iba a gustar mientras besaba suavemente la cabezita roja y hinchada de su pollita, lo que lo hizo temblar y gemir mientras miraba lo que le estaba haciendo.
    
    Me aseguré de mantener contacto visual con él, y después de unos momentos de besar su erección, tomé todo su penecito dentro de mi boca y lo chupé lentamente, lo que hizo que instintivamente colocara sus manitas a ...
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