1. Fui puta por una noche


    Fecha: 03/07/2024, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... chico no tardó en seguirnos y de inmediato me ordenó quitarme la blusa y ponerme en cuatro. Apenas me vio completamente desnuda y en la posición requerida, se subió a la cama y me metió su pene de golpe.
    
    El pinchazo de la penetración me hizo quejar de dolor el cual desapareció casi de inmediato para dar paso a un suave placer. Diego me vio en aquella situación y empezó a proferir vulgaridades mientras se masturbaba, observando como su amigo me hacía su perra.
    
    Soy tan sensible y tan entregada al sexo que aquella morbosa escena en la que me vi involucrada, aunada al ritmo violento de la penetración a mi vagina, las fuertes manos del chico afianzadas en mi cintura y las vulgaridades que Diego pronunciaba en alta voz, me llevaron a alcanzar el orgasmo, lo que molestó a Diego quien se acercó y me tomó del cuello para asfixiarme, volver a insultarme y ordenarle a su amigo que me diera con más fuerza.
    
    Su amigo estaba tan intensamente excitado ante tal escena que no aguantó más y se corrió dentro de mí, cosa que tampoco gustó a Diego y lo supe por el gesto que hizo de arquear sus cejas. Su amigo se recostó sobre mi mientras sufría su desesperado y descontrolado ataque orgásmico y yo sentía cómo mi vagina se inundaba de abundante néctar de espermatozoides.
    
    —Demasiado rica esta puta, hermano —dijo con voz sufrida—, no aguanté, pero ahorita le voy a reventar ese culo —agregó.
    
    Yo tuve que disimular la risa que aquella frase me provocó, aunque sentí miedo cuando agregó lo de reventarme el culo ya que tuve la impresión de que su pene era más largo que el de mi primo.
    
    Cuando el chico se levantó dejándome tirada en la cama, Diego se puso en su lugar, me tomó de la cintura, haciéndome volver a la posición de perrita, me roció lubricante en las nalgas y entrada del ano, y luego de una pequeña introducción en la que me masajeó las nalgas, metió sus dedos en mi culo y me dio unas cuantas nalgadas que las enrojecieron, me la metió por el culo, suave, muy suave, con paciencia hasta que todo su pene entró completamente y allí se quedó por unos breves segundos pegado a mí, mientras tanto continuaba dándome nalgadas, pellizcaba mis pezones y me insultaba. Le encanta pasar todo el rato diciéndome obscenidades.
    
    Cuando sintió que mi culito se había adaptado a su pene empezó a sacarlo y a meterlo poco a poco, logrando que mi culito se dilatara por completo y fue entonces cuando me agarró de mi cabello, me atrajo hacia él y me penetró salvajemente una y otra vez.
    
    Me quejé de dolor y de placer delante de su amigo que a pesar del agotamiento por el orgasmo experimentado minutos antes, empezaba a recuperarse y al ver la forma en la que Diego me hacía su perra no tardó en lograr una nueva erección.
    
    Yo gemía sin parar y volví a alcanzar el orgasmo. Diego continuó por unos minutos más bombeándome hasta que ya no pudo más y sabiéndose perdido en el placer que le ocasionaba el morbo de romperme toda en presencia de su amigo, se tumbó sobre mi mientras su ...
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