La primera vez que jugué con su ano - Relatos Eróticos

La primera vez que jugué con su ano

... habitación mi hembra en todo su esplendor. Llevaba puesto el diminuto tanga negro que se unía con unas pequeñas cadenitas de brillantitos y los interminables tacones. El cuello se cubría con un collarín de cuero negro con una gran argolla en su frente, el conjunto era irresistible, pero el detalle que culminaba todo eran los pezones. Se los había taladrado con dos piercings que iban de lado a lado de cada pezón y para colmo se los había maquillado con pintura de labios. Yo estaba a punto de volverme loco

-¿Cuándo te los has hecho?

-¿No te gustan?

-Me vuelven loco

-Pues eso es lo que importa, espero que te guste tu postre, le falta que tú le pongas la guinda

-Ni lo dudes que te la voy a poner

-Ven, amor mío, devórame los pechos

Me faltó tiempo para abalanzarme sobre sus dos montañas, agarraba el piercing con la boca y tiraba ligeramente de ellos

-Tira más fuerte cabrón, sin miedo, decía ella

Mientras más tiraba de sus pezones, más se retorcía ella, bajé una mano y la metí por dentro del tanga, aquello ya era un torrente de jugos, de su vagina brotaba todo una océano de sexo

-Rómpelo, arráncalo, quiero sentirte animal

Sin dudar ni un momento tiré de las diminutas cadenitas y se lo arranqué, se lo pasé por la boca y lo lamió, me pidió mi boca y me vertió una mezcla de saliva, semen y sus jugos en mi boca, ese sucio juego me ponía como una moto, mi polla increíblemente había vuelto a su estado salvaje. Se giró, cogió su bolso y sacó una correa con cadena y un plug de cristal

-Domíname, destrózame, esclavízame, haz que me desmaye

Y tomando la correa, la enganchó por un extremo del cabecero de la cama, y me ofreció el otro extremo, lo tomé, la empujé boca arriba sobre la cama y la enchanché por el cuello a la cadena, ella lentamente se giró y se colocó a cuatro patas, volvió su cabeza hacia mí y me invitó

-Este postre hay que rellenarlo entero para poder saborearlo mejor

Mi polla presentaba su mejor aspecto, brillante, venosa y con el prepucio de un color entre violáceo y rojo debido a la acumulación de sangre, se la pasé por el culo, la rocé con su ano, la introduje entre sus glúteos, la bajé entre sus piernas, la froté con su vagina, apreté para empezar a introducírsela..

-¿Solamente vas a rellenar ese agujero?

Tomó el plug de cristal, lo chupó y me lo alargó, lo tomé y comencé a frotárselo por todo su trasero, ella se abrió el culo con sus dos manos posando la cabeza contra el colchón, dejando su ano abierto en flor ante mi, le escupí y comencé a frotar el frío cristal contra su agujero

-Lo quiero dentro ya!

Comencé a introducirlo lentamente y ella empujó hacia atrás, el plug quedó insertado en un culo hasta la bola, que quedaba fuera brillando sobre su glúteo abierto. Aquella visión me hizo perder la cabeza y de una embestida le introduje todo mi miembro en su interior. Ella comenzó a mover su culo haciendo círculos, sabía que eso me volvía loco, yo comencé un mete saca salvaje que se volvía ...