1. Ana emputecida (7): Marcando a mi puta


    Fecha: 23/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dameroelectrico, Fuente: TodoRelatos

    ... La segunda cosa que quiero decirte es que no he gastado ni un céntimo de lo que he ganado contigo. Tengo mucho dinero y he pensado en cómo recompensarte. Pero antes tienes que hacer algo por mí: vas a cambiarte de nombre. Ya no te llamarás Ana. A partir de ahora te llamarás Raquel, para que recuerdes siempre quien eres: una puta barata a mi servicio. Mañana mismo irás al registro civil a enterarte de los trámites, aunque creo que es bastante sencillo.
    
    — Sí señor. Gracias señor.
    
    4
    
    — Además voy a marcar tu cuerpo. He llamado a Jesús (un amigo común, especialista en tattoos y piercings) y va a venir de un momento a otro. Entonces decidiremos qué hacemos contigo. Quiero que cualquiera que te vea en pelotas sepa a quién perteneces, y también controlar tu coño, para abrirlo o cerrarlo cuando me dé la gana. Este es el paso previo para pasar a tu nueva vida, de zorra privada para mi propio disfrute. ¿Lo has entendido cerda?
    
    — Sí señor… ¿Jesús, señor? Él me conoce… Me da vergüenza…
    
    — Me importa una mierda que te de vergüenza. Ya he hablado con él. Además ¿cómo puede darte vergüenza? Estás ahí, parada delante de mi, casi desnuda… Seguro que si te paso la mano por el coño estarás chorreando... Dejas que te folle cualquiera con cien pavos en el bolsillo… En fin, que no se puede ser más puta… No entiendo cómo te puede dar vergüenza a estas alturas.
    
    Ella seguía inmóvil, mirando hacia el suelo, haciendo pucheros. Me acerqué y le pasé la mano por el coño expuesto bajo la rejilla del body. Efectivamente, estaba empapada. Así que le metí tres dedos directamente. Entraron con gran facilidad y mientras la follaba con ellos le dije:
    
    — ¿Lo ves puta? Estás deseando que te metan una polla en ese coño barato.
    
    Sonó el timbre de la puerta. Fui a abrir a Jesús y le hice pasar a la sala. Llevaba una bolsa donde supuse que llevaba su instrumental de trabajo. Se quedó mirándola un poco asombrado. Ella no se atrevió a levantar la vista.
    
    5
    
    Yo ni me inmuté. Le dije a la puta que despejara la mesa de comedor (una mesa rectangular) y pusiera una sábana a modo de camilla. Cuando lo hizo, le dije que se tumbara boca arriba. Yo me acerqué e invité a Jesús a que me acompañara.
    
    — Lo primero que quiero hacerle es un piercing a través del tabique nasal, para poder llevarla de la correa como a una vaca. Por ahora no voy a ponerle ningún piercing en los pezones. — desgarré la malla a la altura de la cadera para ver su coño con más detalle— Ya ves que tiene un coño bastante feo, con esos labios mayores que le cuelgan demasiado, pero nos pueden servir para hacerle un piercing en cada uno, a la altura del agujero del coño, para poder cerrárselos con un aro cuando me apetezca. ¿Qué opinas?
    
    — Se puede hacer— dijo Jesús estirándolos para apreciar mejor su tamaño— incluso podría permitirle mear manteniendo el coño cerrado. Puedo hacer un piercing grande para que puedas colgarle incluso un candado si te apetece.
    
    — Perfecto— dije yo— luego vamos a tatuarle en ...