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La profesora de matemáticas 24
Fecha: 29/03/2019, Categorías: Incesto Autor: baltrex1, Fuente: TodoRelatos
... las fiestas. Para su padre era una costumbre. Ni a Alberto ni a Clara les gustaba especialmente el ambiente, pero ese año lo encontraron más atractivo. Volver al lugar donde habían follado por primera vez. A su padre le agradó ver que ponían menos reticencias que de costumbre. Mariví se limitó a sonreír. Clara fue muy desenvuelta al cuarto de Alberto. - Seguro que tenemos ocasión de… ya sabes. - Dijo sonriendo picarona. - Sí. - Lo único es que no quiero volver a ver al pesado de Pepe. Seguro que intenta ligar conmigo. - Ya le pararé los pies, si solo fuera él. - Dijo algo pensativo. - Bah, seguro que sabes defenderme. Clara se abalanzó sobre él y casi lo tira de la silla, para darle un beso en los labios. - Qué fuerza tienes hermanita, quizá te bastes sóla. El viaje se les hizo algo largo y tuvieron que resistir la tentación de estar sentados muy cerca y no poder meterse mano. Lo hicieron en cuanto cerraron la puerta de su cuarto para dejar el equipaje. Era viernes a última hora de la tarde y poco después su madre apareció. - Podéis acompañar a vuestro padre, quiere dar una vuelta y ver el ambiente. O podéis ir a vuestro aire. - Dijo sonriendo. - Yo me quedaré poniendo todo a punto y preparando la cena. - Podías venir tú también, mamá. - Dijo Clara. - No, mejor me quedo aquí. Mañana saldremos todos. - Si es así, iremos Clara y yo con papá. Clara también pensó que era lo más prudente. Así que estuvieron juntos pero algo aburridos escuchando las conversaciones de su padre con los familiares y amigos del pueblo que fueron viendo. Por la noche, Clara se deslizó a la cama de su hermano y de camino se quitó el camisón. - Quiero follar. - Le susurró. - Yo también. - Respondió Alberto sonriendo. Con mimo y después de besarla, dispuso a Clara tumbada de medio lado dándole la espalda. Se despojó del pijama y con cuidado le buscó la entrada de su tierno coño. Clara sonrió satisfecha y dio un leve respingo. Su hermano le así del culo con firmeza con una mano y le rodeaba a la altura de las tetas con la otra. Sin para de mover la cadera. Clara se sentía aprisionada pero feliz. Alberto buscaba minimizar el ruido y se movía cadenciosamente. - No nos tienen que oír, Clarita.- Le susurró. - Sí, pero me pone cachonda. - Y a mí. Alberto hizo un esfuerzo por hundirle la polla hasta el fondo y eyaculó una buena cantidad de semen. Respiró aliviado y satisfecho. Clara giró la cara y se besaron dulcemente. Le sacó con cuidado la polla y Clara se giró con agilidad sentándose al borde la cama con cuidado, se cerró los labios vaginales sonriendo picarona y se inclinó para dejarle la polla reluciente. - Quiero dormir contigo, abrazados. - Nos pueden descubrir. - No seas cenizo, ¿tienes miedo? - Dijo algo burlona. - Te acabo de follar, ¿te parece poco? - Ha sido estupendo. Venga, si tú también lo estás deseando. - Anda, ven. Clara sonrió y se arrebujó junto a él, con la cabeza sobre el pecho de ...