Keya El enojo y el rebenque Cap.10 - Relatos Eróticos

Keya El enojo y el rebenque Cap.10

... un sádico, por lo que su primer rebencazo, el segundo para keya disminuyó el fuerza al primero dado por Jorge

- AAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYY DOSSSS!!! PERDON SEÑOR JOAQUIN POR TIRARLE LAS COSAS! AYYYYYYYY POR FAVOR PERDONE A ESTA ESTUPIDA! PERDON! PERDON!

- Y GRACIAS POR EDUCARME SEÑOR…MUCHAS GRACIAS

El viejo la hizo descansar para que asimile el dolor que atravesaba a la castigada mucama, por lo que dió la vuelta a la cama y con la mano levanto la carita de Keya.

Keya levanto su cara moqueada y llorosa y vio a don Joaquín de una forma distinta, como si nunca lo hubiera visto antes. Con el rebenque en una mano y manejándole la cabeza, don Joaquín tenía un porte muy varonil, y la yegua sin poder dejar de mirarlo abrió suavemente la boca. Don Joaquín aprovecho para introducirle el dedo y dejarlo que lo chupe, como si de un premio se tratara, cosa que la mujer hizo sin dudar.

Don Joaquín volvió a la grupa de la yegua, y por pura curiosidad inspecciono la concha de la desorientaba Keya. La misma estaba muy mojada. Y cada caricia de los dedos del experimentado macho, pero aprendiz de rebenqueador, era celebrada por la hembra en la forma de audibles suspiros

Jorge estaba satisfecho, todo iba muy bien y la nueva pareja de rebenquero y rebenqueada había logrado una sintonía inmejorable. Jorge seguía pensando: una en un millón…

El tercer rebencazo fue más fuerte que el anterior, casi tanto como el primero, y provocando un nuevo lamento de la sufrida hembra, junto con las correspondientes disculpas

- AAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYY TRES!!! PERDON SEÑOR JOAQUIN POR SER TAN REBELDE TONTA! AYYYYYYYY POR FAVOR PERDONE A ESTA ESTUPIDA! PERDON! PERDON! NUNCA MAS VA A VOLVER A PASAR…POR FAVOR…..AAAAAAYYYYYY

- Y GRACIAS POR EDUCARME SEÑOR JOAQUIN…MUCHAS GRACIAS

Keya sufría y aceptaba su nueva doma, don Joaquín iba hacia adelante para que la hembra pudiera verlo, y metía los dedos en su boquita ofrecida, para que los chupara y lengueteara como una buena mascota. Luego el macho estimulaba su concha provocando estremecimientos en la hembra, la cual era recorrida por dolores y placeres en partes iguales

El castigo siguió por los mismos derroteros, cada vez más tiempo gastaba el veterano macho en recorrer las intimidades de su mucama, y Keya estaba muy a gusto con eso. Los rebencazos habían cambiado drásticamente la opinión de Keya sobre don Joaquín. El manejo que el macho hizo del instrumento terrible, había conquistado a la entregada sumisa, y ahora lo veía con otros ojos completamente diferentes

Es por eso que cuando terminaron los rebencazos y el hombre apoyo su pija sobre la babeante hendidura de su Raquel, no hubo queja alguna por parte de esta, sino una aceptación aliviada. Aliviada por las ganas de la hembra porque ese macho la tomara, y aliviada por el reemplazo definitivo del suplicio del rebenque, por el placer que le provocaba la entrada de la gorda pija de su veterano invasor.

Cuando Keya sintió que su concha era requerida ...