Keya El enojo y el rebenque Cap.10 - Relatos Eróticos

Keya El enojo y el rebenque Cap.10

... eso le giro la cara para que la pobre volviera a experimentar el choque de esa mirada severa, y le dio un beso corto en su boca

- AHORA PONETE A HACER LAS COSAS, HOY ESTAS CASTIGADA Y CUIDADITO CON PAJEARTE VOS ¿ESTAMOS?

- Sí señor - sonó la entrecortada respuesta de Keya

- Perdóneme señor por favor…- fue la última suplica de la derrotada hembra, a quien solo le contesto el silencio y el retiro de su macho

Keya comenzó a recoger todos los elementos para su tarea, y comenzó con el arreglo del hotel, no dejando en ningún momento de mortificarse.

Soy una estúpida. Una verdadera estúpida! Por qué mierda la conteste a Jorge así? En qué carajo estaba pensando? Estúpida…imbécil…buena para nada! Ese mantra auto denigratorio la acompañó en todo el proceso de limpieza.

Cuando terminó con todas las habitaciones, se dio cuenta que la habitación de don Joaquín todavía no había sido desalojada, por lo que para terminar su tarea y poder volver con tu dueño, no dudó en golpear la puerta. Don Joaquín, recibió a la desdichada Keya con su mejor sonrisa

- Buen dio Raquel. Que encantadora sorpresa. Dígame que se le ofrece.

Nuevamente este viejo haciéndose el galán pensó la molesta Keya.

- Buen día don Joaquín, estaba terminando las habitaciones y solo me queda la suya. Fue la seria respuesta.

- No hay ningún problema Raquelita. Yo hoy me voy a demorar un poco porque tengo asuntos importantes que tratar, pero pase usted que no quiero demorarla y además necesito un poco de orden en mi humilde estancia. - Ese viejo nunca dejaba de ser un engreído y un pesado

Keya dudaba en entrar, sabiendo las ganas que le tenía ese viejo, pero pudo más su urgencia, y el estado mental en que se encontraba, así que ingreso al cuarto de don Joaquín…

El viejo cerró la puerta y eso inquieto un poco a Keya. Ahora estaba en un reducido espacio con un hombre que siempre la miro con ojos de animal de presa. Y ahora ella estaba ahí sola y con ese vestidito por toda prenda. Y sin su bombacha…

El viejo mientras tanto intentaba u acercamiento que esa oportunidad única lo colocaba como inevitable.

- Que le anda pasando Raquelita? Porque me di cuenta que había estado llorando cuando me golpeó la puerta…problemas con el matrimonio?

- No don Joaquín. Mi marido está de viaje hace casi un mes.

Keya entendió que había dado más información de la necesaria.

- Ese sí que es un problema. -dijo el viejo - Yo por mi ocupación también debo estar mucho tiempo lejos de mi casa, dijo con un tono de tristeza, pero en mi caso no tengo una mujer que me espere. A Keya le enterneció un poco el tono apagado del viejo.

- En realidad mi caso es exactamente el opuesto a su marido…

- ¿A qué se refiere con opuesto don Joaquin? - Pregunto intrigada Keya, entrando en la conversación

- Claro. Su marido la ve cuando vuelve a su casa. En mi caso estoy solo, así que puedo verla a usted solo en los periodos que me ausento de mi hogar…Debe ser por eso que me quedo tanto ...