1. Me llamo Lucía


    Fecha: 12/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dani, Fuente: TodoRelatos

    ... mi zona más sensible pegué un respingón. Me pegó otra bofetada y me dijo que me estuvera quietecita, que ahora era suya y me empezó a masturbar a una velocidad frenética. Al principio me hacía daño, pero después... me humedecí y me iba a correr cuando paró para meterme dos dedos por el coño. Le rogué que no lo hiciera porque era virgen, pero no fue necesario, "lo tienes muy cerradito, no es normal en una guarra como tú, de momento lo dejaremos así, a lo mejor este chochito cerrado va a ser una ayuda para mi jubilación, jajaja." Yo no sabía en ese momento a qué se refería.
    
    Me pegó otro morreo y me llevó a su coche sin parar de sobarme el culo. Antes de llegar me quitó el pantalón "para que la gente viera lo zorra que era" y me obligó a andar en bragas por la calle. Me tapaba la chaqueta de cuero que apenas me llegaba a la mitad del culo, así que la gente se quedaba mirándome y pensando que era una prostituta, mientras el taxista se reía.
    
    Junto al coche me desnudó completamente y cubrió mis pechos de escupitajos diciendo que eran muy pequeños y que los iba a agrandar. Tiraba con fuerza de los pezones hasta que no daban más de sí. Creía que me los iba a arrancar. El dolor era insoportable, casi me desmayé. A veces paraba de tirar y me daba una fuerte bofetada en mis blanquecinas tetas, que estaban enrojecidas. Otras veces me las mordía llegándo a hacerme sangrar. Después se las metía en su pegajosa boca para calmarme, según decía, y la verdad es que me encantaba que me las humedeciera con su saliva. En ese momento sentía miedo y dolor, pero, extrañamente, también placer.
    
    Cuando se cansó de torturarme los pechos abrió la puerta trasera del coche y me empujó dentro. El olor era nauseabundo, seguro que no había lavado los asientos en mucho tiempo. Se metió conmigo y se bajó la bragueta, ordenándome que le chupara la polla. Tenía un fuerte olor a orín y unas manchas blancas en los pliegues que me mandó limpiar con la lengua. Me dio tanto asco que casi vomito, me golpeó y me obligó a tragármelo amenazando con estrangularme.
    
    Como yo nunca había hecho una mamada se quejó y me dio otra bofetada, yo tenía las mejillas enrojecidas. Me mandó que la chupara como si fuera un helado y así lo hice. Me obligó abrir la boca y me escupió dentro "¡así tienes más saliva, zorrita!" Se la empecé a mamar como si fuera un caramelo mientras él me cogía de la nuca y empujaba para meterla en lo más profundo de la garganta sin dejarme respirar.
    
    Después me tapó la nariz y cuando estuve a punto de asfixiarme se corrió dentro de mí. Sentí como aquel líquido caliente y espeso bajaba por mi garganta hasta llegar a mi estómago. Tenía un sabor agridulce que era nuevo para mí. Cuando por fin sacó su verga de mi boca, unos hilillos de saliva espesa y semen me unieron al viejo.
    
    Sin tiempo para reaccionar se bajó el pantalón y me puso su gordo y peludo culo en la boca. El olor era nauseabundo, seguro que no se había lavado desde hacía mucho tiempo. Me obligó a chuparlo ...
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